Papel

Renzi medirá sus fuerzas con los críticos en un congreso exprés

El ex primer ministro italiano, Matteo Renzi, llega a la reunión del partido ayer, en Roma
El ex primer ministro italiano, Matteo Renzi, llega a la reunión del partido ayer, en Romalarazon

Tras cuatro horas de debate, ayer la dirección nacional del Partido Democrático (PD), liderado por el ex presidente del Gobierno italiano Matteo Renzi, ha aprobado el arranque de un nuevo congreso para la formación política, destinado a confirmar un nuevo líder que, numéricamente, no podría ser otro que el propio Matteo Renzi, quien ya secretario del PD. ¿Por qué entonces un nuevo congreso lo antes posible? Para que Renzi logre nuevamente el liderazgo del partido y así disminuir la voz de la minoría crítica del mismo, contraria a la gestión del florentino, marcada por un fuerte personalismo que le ha pasado factura en el último referéndum constitucional de diciembre.

Los estatutos del Partido Democrático aseguran que el congreso y las primarias de la formación política de centro-izquierda italiana, deben tener lugar cada cuatro años. La última vez que esto tuvieron lugar fue en otoño 2013, cuando Matteo Renzi se convirtió en el secretario general del partido reformista. Pero hoy la situación es distinta porque Renzi, en términos numéricos, sigue siendo el líder de este sector parlamentario transalpino; pero su derrota en el referéndum le ha obligado, tal como prometió, a salir del Ejecutivo italiano, dejando paso a un Gobierno de continuidad como el que actualmente encabeza Paolo Gentiloni, ex ministro de Exteriores del florentino. La cuestión es que ahora Renzi necesita demostrar que es un líder de alcance nacional. Empezando por su propio partido.

El razonamiento del toscano es el siguiente. El pasado referéndum constitucional del 4 de diciembre lo perdió con un 60% en contra y un 40% a favor. Renzi se apoya en ese porcentaje favorable para justificar que una buena parte de los italianos apoya su política reformista. Lo cual, con prácticamente cualquier ley electoral italiana, esto implicaría de facto ser la primera fuerza política del país, sobre el papel. Lo cierto es que el contexto político del florentino no es tan sencillo, porque técnicamente Renzi nunca abandonó la secretaría del partido. Por eso, ahora mismo, necesita reconquistarla para poder acallar todas las minorías internas del Partido Democrático, como la que encabeza Pierluigi Bersani, de la vieja escuela reformista italiana, más partidaria de la moderación que de los personalismos que justifican los medios en pro de los objetivos. De este modo, Matteo Renzi está acelerando un congreso del Partido Democrático para retomar, sin más discusiones, su liderazgo, y disminuir el auge del Movimiento 5 Estrellas de Beppe Grillo.

Según el conocido diario italiano «La Repubblica» Renzi no tendría urgencia por ir enseguida a unas elecciones generales italianas, en realidad preferiría que se fuera a las urnas en 2018. El futuro congreso del PD, según se apunta en el periódico transalpino, no tendría como objetivo adelantar las elecciones generales, ya que, como mucho, todavía queda un año de legislatura según la propia Constitución italiana. Partidario de esta opción más prudente es el ex primer ministro italiano Romano Prodi, personaje destacado y respetado del reformismo italiano.

«Me esperaba más autocrítica entre aquellos que hemos sostenido el “no” en el referéndum», ha declarado en la jornada de ayer el ministro de Justicia italiano, Andrea Orlando, quien es contrario a un congreso enseguida y mantener la actual secretaría del partido encabezada por el ex primer ministro italiano.

El posible auge del Movimiento 5 Estrellas de Beppe Grillo

La catarsis que está experimentando en estos días el Partido Democrático (PD) no es casual. Las encuestas de intención de voto dan regularmente como primera y segunda fuerza política en Italia tanto el PD como el Movimiento 5 Estrellas de Beppe Grillo. El auge definitivo de los «grillini», de todos modos, está por confirmar, ya que el reciente escándalo de corrupción en la alcaldía de Roma, capitaneada por Virginia Raggi, podría desgastar la rápida subida de la formación política fundada por el cómico genovés. El objetivo tanto del Movimiento 5 Estrellas como del Partido Democrático es alcanzar el 40% de los consensos en las urnas. Lo cual, independientemente de la ley electoral que entrara en juego en el país con forma de bota; podría entregar las llaves del Gobierno italiano para la siguiente legislatura.