Italia

Renzi saca su ley para dar estabilidad política a Italia ¡

El primer ministro Matteo Renzi
El primer ministro Matteo Renzilarazon

La Cámara Baja de Italia aprobó hoy la reforma electoral del primer ministro Matteo Renzi, conocida como "Italicum", un proyecto de ley polémico cuyo objetivo es mejorar la estabilidad gubernamental.

El locutor Alessandro Milan cada lunes por la mañana empieza su programa en Radio 24 recordando cuántas semanas han pasado desde que se anunció que iba a ser aprobada la nueva ley electoral, paso imprescindible para conseguir que Italia supere su tradicional ingobernabilidad. Se trata de una de las reformas estrella del Gobierno de Matteo Renzi, incluso exigida por el Tribunal Constitucional, que en 2013 declaró «ilegítimas» dos de las partes de la actual normativa que regula la celebración de los comicios: la falta de listas abiertas y el reparto del premio a la mayoría.

Con su ironía habitual, Milan comentaba que ayer comenzó la «semana decisiva» número 105 para la reforma electoral. Para su sorpresa, poco después de decir estas palabras le respondió a través de Twitter Maria Elena Boschi, ministra para las Reformas Constitucionales y Relaciones con el Parlamento. «En mi opinión esta vez es la buena», escribió Boschi. No mintió: la Cámara de los Diputados acabó ayer por fin con el largo recorrido parlamentario de la nueva ley e hizo realidad la «italicum», como Renzi bautizó a la ley electoral en vigor a partir de julio de 2016. Fue aprobada por 334 votos a favor y 61 en contra.

La «italicum» tiene mejor pinta y suena mucho mejor que su antecesora, la «cerdada». La bautizó así su propio autor, el parlamentario de la Liga Norte Roberto Calderoli, por lo difícil que resultaba que de las elecciones saliera un resultado claro que propiciara un Gobierno fuerte. Una de las grandes novedades de la ley aprobada ayer es que si ningún partido supera el 40%, se celebrará una segunda vuelta entre las dos formaciones más votadas. Quien gane o alcance el citado porcentaje en el primer turno recibe un premio en número de diputados que garantiza una cierta estabilidad al Ejecutivo saliente, pues contará con al menos 340 escaños. Los 290 restantes se reparten entre el resto de partidos según los resultados alcanzados en las distintas circunscripciones.

La ley, además, elimina el sistema de coaliciones que hasta ahora se utilizaba en Italia para conseguir las mayorías, ya que sólo obtendrán escaños los partidos que superan el 3%. Otra novedad significativa es la introducción de cuotas femeninas. Las listas que las formaciones políticas presentan a los comicios deben estar compuestas de modo alternativa por un hombre y una mujer. En cada circunscripción, los «números uno» de las papeletas de un mismo sexo no pueden ser más del 60% del total.

La nueva normativa divide el territorio italiano en cien circunscripciones electorales en las que cada partido propondrá una lista de candidatos que serán elegibles a excepción del número uno, que permanecerá bloqueado, principal reclamación del ex primer ministro Silvio Berlusconi y una de las críticas de la minoría del partido del Renzi, el Partido Demócrata, que votó en contra.

Los partidos de la oposición –Forza Italia, Movimiento Cinco Estrellas, Liga Norte, Hermanos de Italia e Izquierda Ecología y Libertad– se negaron a participar en la votación secreta con la que resultó aprobada la «italicum», al entender que la reforma electoral, unida a la reforma constitucional que suprime el Senado como Cámara elegida proporcionará demasiado poder a la formación ganadora en las elecciones, lo que socava la democracia. Pero para Renzi se trata de una gran victoria. Antes de la moción explicó el que, a su juicio, es su elemento más positivo: «Durante cinco años estará claro que gobierna quién gana las elecciones». Aseguró que la estabilidad política que espera conseguir con la ley electoral permitirá «una mayor innovación económica y cultural».