Siria

Rusia avanza en Siria pese a las advertencias de la UE y EE UU

Los ministros de Exteriores europeos exigen en bloque a Moscú el cese de los bombardeos a los rebeldes, pero se dividen sobre el papel de Asad en la postguerra

El ministro ruso de Exteriores, Sergei Lavrov
El ministro ruso de Exteriores, Sergei Lavrovlarazon

Europa sigue dividida ante la crisis siria. No hay consenso sobre qué papel tendría que tener Ba-char al Asad en un proceso de transición. La totalidad de los Estados miembros están de acuerdo en que no se puede permitir que Asad participe en unas eventuales elecciones, pero existe cierta flexibilidad sobre la forma en que éste debe abandonar el poder, aunque no respaldada por todos. Los ministros de Exteriores se reunieron ayer en Luxemburgo en un encuentro cuyas conclusiones no fueron nada ambiciosas. Son mayoría los países que muestran una postura más flexible sobre la salida de Asad del poder, pero sigue sin encontrarse la unanimidad para esta crisis.

«El punto fundamental de de-sacuerdo es si se exige la salida inmediata de Bachar al Asad y, por tanto, no contar con él en el periodo transitorio o contar con él», afirmaba el jefe de la diplomacia española, José Manuel García-Margallo, al término de la reunión. Sentarse a negociar con Asad es un asunto complicado, pero la mayor parte de los Estados miembros reconocen que es la única solución para conseguir un alto el fuego, aunque sea parcial. España es uno de los países que opta por una postura más flexible para poder acabar con el drama sirio. Otros países, como Alemania o Reino Unido, también apoyan esta idea. El ministro de Exteriores británico, Philip Hammond, abría la puerta a «ser flexibles sobre la forma de su salida» y sobre cuándo hacerlo.

Del otro lado, hay detractores y fuertes. Posturas más férreas que no quieren ni oír hablar de la posibilidad de negociar con Asad, como es el caso de Francia. París no entiende una transición en Siria con Asad, «responsable principal de las víctimas». Otro país que rechaza abiertamente que el sátrapa forme parte de la transición es Lituania. «Debe haber un proceso para formar una coalición de fuerzas, excluyendo a Asad», dijo su ministro de Exteriores, Linas Linkevicius.

«Asad tiene un balance monstruoso de atrocidades contra su propio pueblo y, por tanto, no puede formar parte del futuro de una Siria libre. Pero el problema es qué hacemos para llegar a esa Siria libre», se preguntaba el ministro español. «Bachar al Asad debe formar parte de la negociación en el periodo transitorio y, por lo tanto, permanecer con poderes disminuidos», admitía.

Respecto a la participación rusa en el conflicto, el Consejo instó al fin de todos los ataques rusos «que van más allá de Daesh y otros grupos terroristas». «Son de profunda preocupación y deben cesar inmediatamente, así como las violaciones por parte de Rusia de la soberanía del espacio aéreo de países vecinos», señalan las conclusiones del Consejo. Sobre el terreno, la aviación rusa continuó ayer su ofensiva. Moscú realizó 55 misiones en las últimas 24 horas en Siria durante las que ha bombardeado 53 objetivos de Estado Islámico, según el Ministerio de Defensa ruso.

Margallo reconoció no estar sorprendido por la intervención de Putin en el conflicto. Ahora, añade, ha provocado un escenario muy diferente en Siria, con «el régimen de Asad que se está consolidando». «El peor de los males sería la continuación de la guerra, que provocaría más fallecidos, más desplazados, más refugiados, más control territorial del Estado Islámico y más presión sobre las fronteras europeas», agregó.

El Consejo respaldó todos los esfuerzos de la coalición internacional, que lidera EE UU, en su lucha contra el EI. Afirmación que llega después de que la OTAN se hubiera mostrado dispuesta a actuar si fuera necesario tras constatar que Moscú invadió el espacio aéreo de Turquía en dos ocasiones. Moscú aprovecha la inacción europea y, principalmente, la falta de consenso en la UE, que no posibilita la puesta en marcha de medidas urgentes y concretas para intentar parar la guerra. En las conclusiones, los ministros defienden que todas las partes coordinen estrechamente sus acciones y las dirijan claramente contra los yihadistas.

París abate a yihadistas franceses en Oriente Medio

El primer ministro francés, Manuel Valls, aseguró ayer que podría haber yihadistas franceses entre los fallecidos por los ataques aéreos contra posiciones del Estado Islámico la semana pasada. Según fuentes de Defensa, varios aviones del Ejército galo bombardearon el viernes un campo de entrenamiento de terroristas suicidas cerca de la localidad siria de Raqa, considerada la capital del EI. Valls, de viaje oficial por Oriente Medio, recalcó que «los terroristas no tienen pasaportes» y recordó la «responsabilidad de golpear» al EI. Después de escudarse en una resolución de la ONU sobre autodefensa y a pesar de atentados como el de «Charlie Hebdo», la posible muerte de ciudadanos franceses ha provocado que varios medios y analistas cuestionen la intervención del Francia en Siria.