Irak

Maquinaria diplomática para acabar con la guerra en Siria

Se multiplican los contactos entre EE UU, Rusia e Irán para pactar una transición de tres a cinco años tutelada por el dictador Asad

Una fuente diplomática rusa ha dicho que se creará un comité para coordinar las operaciones militares
Una fuente diplomática rusa ha dicho que se creará un comité para coordinar las operaciones militareslarazon

Una salida a la guerra en Siria parece estar en lo alto de la agenda diplomática en la Asamblea de la ONU. El próximo lunes el presidente Obama se reunirá con el presidente ruso, Vladimir Putin, en un encuentro formal para intentar acercar posturas sobre la crisis siria. Aunque todavía está lejos alcanzar un acuerdo de paz en la sangrienta guerra, se están dando los primeros pasos. Con Irán de vuelta al tablero político tras alcanzar con las potencias mundiales un pacto nuclear, Rusia parece haber suavizado su defensa a Asad. Por primera vez, Rusia ha levantado su veto para aprobar una resolución de la ONU contra las armas químicas en Siria. A este primer acercamiento le siguió este verano una serie de encuentros tripartitos entre Washington, Moscú y Riad sobre el futuro del país árabe, amenazado por el auge del Estado Islámico.

Con la pérdida de control de gran parte del territorio sirio y el inevitable avance del EI, tanto Rusia como Irán reconocen ahora que la opción de que Asad siga gobernando en solitario ya no resulta viable. No obstante, la transición política en Siria deberá incluir por un tiempo al mandatario sirio. Éste sería un periodo de entre tres y cinco años, antes de que abandone definitivamente el poder. En las últimas semanas Moscú ha buscado apoyos para que el Consejo de Seguridad de la ONU apruebe un proyecto de declaración con el que llama a los países que participan en la guerra contra el EI a que sumen sus esfuerzos con el régimen sirio. Las expectativas de que EE UU acepte la propuesta rusa son bajas, especialmente ahora, ante la incertidumbre de Washington con los planes de Putin en Siria, donde está desplegando un número importante de tropas y decenas de aviones de combate.

Al mismo tiempo, la postura de Washington sobre Asad empieza a ser más dilatada. Recientemente, el secretario de Estado, John Kerry, declaró que «Irán y Rusia pueden ayudar a llevar a Asad a la mesa de negociación y que debe ser ahí donde se decida cómo dejará el poder». Kerry dio la bienvenida a la implicación de Rusia en la lucha contra el EI en Siria, pero matizó que la crisis de refugiados «pone de manifiesto la necesidad de encontrar un compromiso que lleve también a un cambio político en el país». Reino Unido está en la misma línea. Sin embargo, ayer, el ministro de Exteriores francés, Laurent Fabius aseguró que el rais no puede jugar ningún papel en la transición. «Él es el responsable del actual caos en el país. Si les decimos a los sirios que Asad estará presente en la transición, nos arriesgamos a que el proceso fracase», dijo.

En opinión del coronel retirado Nizar Abdelkader, aunque Washington y Moscú «puedan ponerse de acuerdo ahora, ninguna iniciativa de las grandes potencias se realizará sin acuerdo entre las fuerzas regionales», en referencia a Turquía, Arabia Saudí, Qatar, por un lado, e Irán, por el otro.