Estado Islámico

Sin alimentos ni medicinas

Tras más de dos años viviendo bajo el yugo yihadista, los 50.000 habitantes de Faluya temen convertirse en escudos humanos

La Razón
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Tras más de dos años viviendo bajo el yugo yihadista, los 50.000 habitantes de Faluya temen convertirse en escudos humanos

A medida que se intensifican los combates en Faluya, la situación de los 50.000 habitantes que viven en esta ciudad sitiada se vuelve cada día más critica. Decenas de miles de civiles están atrapados sin apenas alimentos ni medicinas, según han denunciado varios activistas. Algunos de los vecinos fueron asesinados por el Estado Islámico mientras trataban de huir y otros han muerto bajo los escombros de los edificios que se vinieron abajo por bombardeos de artillería en los últimos días. El primer ministro iraquí, Haidar al Abadi, pidió a sus ciudadanos que abandonasen la ciudad a través de los corredores humanitarios abiertos por las fuerzas iraquíes o que permanezcan en sus casas, ya que los yihadistas estarían utilizando a los civiles atrapados como escudos humanos. Pero sólo los más afortunados han logrado huir de la zona de combates antes del asalto final. «Nuestros recursos en los campos de desplazados son ahora limitados y con muchos más civiles en camino no vamos a ser capaces de proporcionar suficiente agua potable para todos», alertó Nasr Muflahi, el director en Irak de la ONG Consejo Noruego para los Refugiados.

En Amriyat Faluya, una ciudad controlada por el Gobierno, al sur del bastión yihadista, los civiles han ido llegando hambrientos y agotados después de caminar por el campo durante horas en la noche para evitar la vigilancia.

La nueva ofensiva de Mosul, principal feudo del Estado Islámico, ha llevado a cerca de un millar de civiles, la mayoría mujeres, niños y ancianos, a huir de los combates, mientras que en el norte de Siria los enfrentamientos alrededor de la ciudad de Marea amenazan a decenas de miles de civiles, muchos de ellos desplazados de otras áreas, que han buscado refugio en los campos de refugiados cerca de la frontera con Turquía. «Al menos 165.000 sirios están atrapados por el Estado Islámico en el este y el sur, por las fuerzas kurdas al oeste y con la frontera turca cerrada al norte. Estados Unidos, la UE y la ONU deben presionar a Turquía para dar refugio a estas personas», denunció ayer Gerry Simpson, investigador de Human Rights Watch.