Francia

Hamon barre a Valls en las primarias socialistas

El candidato tiende la mano al neocomunista Mélenchon y a los ecologistas para ganar las presidenciales. El líder izquierdista deberá unir ahora a un partido fuertemente dividido

Tras la batalla. Manuel Valls (izda.) y Benoît Hamon se dan anoche la mano a la entrada de la sede del Partido Socialista en París
Tras la batalla. Manuel Valls (izda.) y Benoît Hamon se dan anoche la mano a la entrada de la sede del Partido Socialista en Paríslarazon

El candidato tiende la mano al neocomunista Mélenchon y a los ecologistas para ganar las presidenciales. El líder izquierdista deberá unir ahora a un partido fuertemente dividido

«La Bella Alianza Popular» ya tiene su candidato para las presidenciales. Los simpatizantes del Partido Socialista, los ecologistas que han roto con su partido y la Izquierda Radical decidieron ayer dar su confianza a Benoît Hamon para representarles como candidato en las elecciones presidenciales del 23 de abril y el 7 de mayo. Los resultados parciales, ofrecidos por la Alta Autoridad que ha organizado las elecciones daban un 58,87% a Hamon, mientras que Manuel Valls no obtenía más que un 41,13%. «Esta noche, la izquierda ha levantado la cabeza y mira hacia el futuro», fueron las primeras palabras del ganador. Hamon, por falta de organización o de elegancia, no esperó a que su contrincante terminara su discurso. Y mientras Valls hablaba reconociendo su derrota y recordando estos días de campaña, Hamon comenzó su discurso, y todas las televisiones y radios interrumpieron la conexión con el ex «premier» para centrarse en el ex mnistro de Educación.

Hamon barrió de un plumazo las críticas de los que consideran surrealistas sus propuestas: «Hay que escribir una nueva página de nuestra historia. El salario universal permitirá elegir el trabajo en lugar de estar sometido a él». Desde el primer momento, tendió la mano a los ecologistas y a la izquierda de Jean-Luc Mélenchon para «construir una mayoría» que les pueda dar la victoria en las presidenciales, pero se ha fijado como primera tarea «comenzar a unir a los socialistas». Y este extremo no está tan claro. Estos últimos días se han multiplicado las declaraciones de dirigentes y militantes partidarios de Valls y dispuestos a pasarse al campo de Emmanuel Macron antes que apoyar a Hamon. En esta campaña se han enfrentado dos visiones de lo que debería ser la izquierda, aunque curiosamente Hamon y Valls comparten los mismos orígenes, ambos gravitaban durante sus primeros pasos en la política en el entorno del moderado Michel Rocard y sus juventudes.

Quedó claro anoche que los esfuerzos del ex primer ministro para movilizar al electorado fueron vanos. Ha sufrido el rechazo de los votantes socialistas al trabajo realizado estos últimos cinco años por François Hollande. Unos minutos después de conocer los primeros resultados, Valls intervino reconociendo la derrota y felicitando a su rival. El derrotado hizo un inventario de estos cinco años de trabajo de la izquierda al frente del Gobierno: el fin de la acumulación de mandatos electorales, el matrimonio entre personas del mismo sexo, el acuerdo climático de la COP21 o las acciones del Ejército en Mali, Siria e Irak. «La historia situará nuestra acción a la altura de lo que le corresponde», afirmó Valls pidiendo a sus seguidores seguir «movilizados y vigilantes» frente al «aumento del populismo de la América entregada a Donald Trump» para rechazar que «Marine le Pen sea el rostro de Francia y que Fillon destroce nuestro modelo social».

Los organizadores de estas primarias anunciaron una participación al alza con respecto al domingo pasado, con más de 1,3 millones de votos recogidos en el 75% de colegios electorales. En las primarias de 2011 participaron 2,8 millones de votantes.

Anoche los dos candidatos se encontraron para hacerse una foto y comenzar a cerrar las heridas abiertas durante la campaña. Será la única manera de que el Partido Socialista pueda sobrevivir a la pinza que le hace, a su derecha, En Marcha, de Emmanuel Macron, y en la extrema izquierda, Jean Luc Mélenchon. Aunque también podría ocurrir que el vencedor opte por purgar el partido de adversarios o que los vallsistas decidan abandonar la barca, incapaces de defender el programa de Hamon si éste no lo modifica, especialmente la cuestión del salario universal. Desde anoche, Hamon ha pasado de ser el favorito en las primrias al último de los grandes en la carrera al Elíseo, por detrás de Le Pen, Fillon y Macron, con un 15% en un primer sondeo exprés.