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Atentado con pistola contra tres israelíes

Un palestino mata a un policía y dos guardias de seguridad y hiere a otro de gravedad en un ataque con arma de fuego a las puertas del asentamiento de Har Adar antes de caer abatido

Soldados israelíes hacen guardia en el lugar donde se ha producido el tiroteo a la entrada del asentamiento judío Has Adar cerca de Jerusalén en Cisjordania (Palestina).
Soldados israelíes hacen guardia en el lugar donde se ha producido el tiroteo a la entrada del asentamiento judío Has Adar cerca de Jerusalén en Cisjordania (Palestina).larazon

Un palestino mata a un policía y dos guardias de seguridad y hiere a otro de gravedad en un ataque con arma de fuego a las puertas del asentamiento de Har Adar antes de caer abatido.

El terrorismo volvió a golpear ayer en Israel dejando claro que no distingue entre sus víctimas. Un palestino abrió fuego junto al puesto de seguridad del asentamiento Har Adar, a pocos kilómetros de Jerusalén, y mató a tres israelíes antes de ser abatido. Dos de los muertos eran judíos y el tercero árabe, todos ciudadanos de Israel. El atacante logró herir a una cuarta persona, el coordinador de seguridad de Har Adar, quien alcanzó sin embargo a dispararle, matándolo al instante. El herido fue trasladado de inmediato al hospital Hadassah de Jerusalén donde lo operaron e informaron de que ya no corre peligro de muerte.

Uno de los muertos, Salomon Gbaría, de 20 años, miembro de la comunidad de judíos oriundos de Etiopía, ya fue herido en un atentado anterior como miembro de la Guardia de Fronteras. Otra de las víctimas fue su compañero árabe musulmán, de la misma unidad, Yusuf Othman. También en la familia Othman el terrorismo golpeó por segunda vez: en 1999, uno de sus tíos se contó entre los 16 muertos en un atentado suicida en un mercado de Jerusalén. El ministro de Seguridad Interior, Guilad Erdan, visitó ayer a la familia Othman en la localidad de Abu Ghosh para presentar sus condolencias. «Vuestro camino será el que resulte victorioso», dijo refiriéndose a la hermandad con la población judía.

La organización islamista palestina Hamas declaró desde Gaza que «éste es el comienzo de una nueva intifada». Su emisora Al Aksa informó de que el padre y uno de los hermanos del atacante fueron detenidos por el Ejército israelí. Israel cerró el acceso a la aldea Bet Furik de la que salió el atacante. Éste era Nimer Mahmud Ahmed Gamal, de 37 años, casado y padre de cuatro hijos. Según informó el Shin Bet, Servicio General de Seguridad de Israel, en la investigación preliminar se comprobó que tenía serios problemas personales que incluyen la violencia familiar. Su esposa huyó a Jordania hace algunas semanas, dejando a los hijos a su cargo. Lo singular es que tenía permiso de trabajo en Israel y ya había estado empleado en Har Adar en estrecho contacto con una familia judía. Ayer por la mañana estaba en la fila de los trabajadores que aguardaban su turno para entrar al asentamiento a trabajar, cuando súbitamente sacó el arma y disparó hacia los guardias.

El ataque provocó nuevos llamamientos de destacadas figuras conservadoras para revisar la política de permisos de trabajo a palestinos de Cisjordania. Los servicios de seguridad recomiendan hacer el máximo esfuerzo por detectar a posibles componentes terroristas. Pero cuando hay un atentado como el de ayer, cometido por quien no tenía antecedentes, las autoridades se plantean cómo proceder. Ayer, el primer ministro, Benjamin Netanyahu, dijo que «serán revocados todos los permisos» de trabajo de su familia, pero no está claro aún si se trata de una decisión formal ya tomada o de una reacción «en caliente».