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Trump fulmina al director del FBI que investigó sus lazos con Rusia

El presidente lo sustituye a instancias del Fiscal General tras su polémica comparecencia en el Congreso, que obligó a la agencia a enviar una carta para corregir su testimonio.

Trump fulmina al director del FBI que investigó sus lazos con Rusia
Trump fulmina al director del FBI que investigó sus lazos con Rusialarazon

El presidente lo sustituye a instancias del Fiscal General tras su polémica comparecencia en el Congreso, que obligó a la agencia a enviar una carta para corregir su testimonio.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, comunicó ayer su cese al director del FBI, James Comey, siguiendo las «recomendaciones claras» de la cúpula del Departamento de Justicia, informó última hora de ayer la Casa Blanca. Trump ha destacado que el FBI es una de las instituciones más respetadas de Estados Unidos y ha apuntado que, con la salida de Comey, arranca «un nuevo comienzo para la joya de la corona» en materia de agencias de seguridad. El presidente está ya inmerso en la búsqueda del nuevo director.

James Comey lideraba una investigación sobre los posibles lazos de la campaña del magnate con Rusia en las elecciones de 2016. El propio presidente envió hoy una carta a Comey, quien se encontraba de viaje en California cuando estalló la noticia, en la que le informó de su destitución "con efecto inmediato". "Aunque aprecio enormemente que usted me informara, en tres ocasiones distintas, de que no estoy bajo investigación, aun así estoy de acuerdo con la conclusión del Departamento de Justicia de que usted no es capaz de liderar eficazmente el FBI", dice Trump. De esa manera, el gobernante republicano hace en la misiva una aparente alusión a la pesquisa de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) sobre los nexos entre Rusia y la campaña electoral del magnate neoyorquino.

"Es esencial que encontremos un nuevo líder para el FBI que restaure la confianza del público en su vital misión de aplicación de la ley", zanja el mandatario en la carta, divulgada por la Casa Blanca.

Comey se vio envuelto en la polémica antes de las elecciones presidenciales al informar al Congreso de una investigación sobre la entonces candidata demócrata, Hillary Clinton, por el uso que ésta había hecho del correo electrónico durante su etapa al frente del Departamento de Estado. De hecho, la apertura de esta investigación jugó en contra de la demócrata y aupó a Trump.

Trump tomó la decisión por recomendación del Fiscal General y del Departamento de Justicia que aconsejaron que Comey no estaba en la posición de liderar la oficina. Es más, su cese se produce después de su polémica declaración en el Congreso que obligó a la agencia a enviar una carta para corregir su testimonio sobre los correos de la asistente de Hillary Clinton.

Al tiempo que Trump reestructura la cúpula de esta agencia, también revisa su política exterior. El mandatario valora dar un golpe de timón en la estrategia en Afganistán, que volvería a poner «botas sobre el terreno» en la lucha en este país contra los Talibán, según informó el periódico «The Washington Post».

El nuevo plan, presentado por los militares y consejeros del republicano, incluye ampliar la presencia militar con entre 3.000 y 5.000 efectivos, como medida para obligar a los Talibán a volver a la mesa de negociaciones. La nueva estrategia, que cuenta con el respaldo del Gabinete del presidente, proporcionará más autoridad al Pentágono en los ataques aéreos, y levantará las restricciones de la época del presidente Barack Obama a los militares que se encontraban sobre el terreno.

Trump tiene previsto tomar una decisión antes de acudir a Bruselas a la Cumbre de la OTAN el 25 de mayo. Este plan requeriría el aumento del gasto en 23.000 millones de dólares, un factor que pesará en la decisión del presidente.

Por otra parte, según adelantó ayer la cadena británica BBC, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, tiene previsto pedir a la primera ministra del Reino Unido, Theresa May, el envío de más tropas a Afganistán en una reunión que se celebrará hoy en Downing Street. Actualmente, hay allí cerca de 500 miembros de las tropas británicas, encargadas de proporcionar seguridad en Kabul así como formación y entrenamiento en la academia militar del país. Mientras, estos días Estados Unidos tiene una presencia militar de 8.400 efectivos. Un número muy inferior a las más de 100.000 tropas desplegadas en los momentos más crudos de esta guerra en 2001.