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Erdogan: «Hemos detenido a mucha gente, pero esto no ha acabado»

Decreta el estado de emergencia durante tres meses para combatir las corrientes golpistas

Fotografía facilitada por la oficina de prensa de la Presidencia turca, que muestra al presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, durante una reunión con su gabinete de en Ankara
Fotografía facilitada por la oficina de prensa de la Presidencia turca, que muestra al presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, durante una reunión con su gabinete de en Ankaralarazon

El Gobierno de Turquía ha decretado el estado de emergencia durante tres meses para hacer frente a las corrientes golpistas en el país y combatir "la amenaza a la democracia".

Después de que el secretario de Estado, John Kerry, insistiera ayer en que no extraditarán al clérigo Fetullah Gülen a Turquía sin pruebas fehacientes, el Consejo de Seguridad turco permaneció reunido durante casi cinco horas con el objetivo de esclarecer cuáles serán los próximos pasos a seguir. Después, el presidente turco Recep Tayyip Erdogan se pronunciaba al respecto en una entrevista con la cadena Al Yazira y aseguró que «Estados Unidos cometería un grave error si no lo extradita», ya que, expresó, «estamos facilitando todas las pruebas». Se mostró también favorable a «continuar la solidaridad con EE UU», pero advirtió de que la polémica purga continuará. «Hemos detenido a mucha gente, pero esto no ha acabado», dijo. Tras admitir «el gran error de la Inteligencia turca» por no haber previsto la asonada, añadió que «aprobará la pena de muerte si el Parlamento vota a favor de la ley».

Mientras, el Gobierno decretó el estado de emergencia durante tres meses para hacer frente a las corrientes golpistas en el país y combatir «la amenaza a la democracia». La decisión fue anunciada por Erdogan, quien afirmó que esta medida busca proteger los valores democráticos.

Ayer, cazas F-16 habrían bombardeado dos botes militares que permanecían en aguas territoriales griegas desde el intento de golpe. La operación realizada contra las dos barcas guardacostas se produjo mientras intentaban cruzar aguas territoriales y, según Afp, podrían estar transportando golpistas fuera del país. Horas después, el Gobierno turco desmentía rotundamente esta información, asegurando que todos sus barcos estaban perfectamente bajo control.

«Esta organización terrorista paralela no volverá a ser un peón efectivo para ningún país», afirmó, por su parte, el primer ministro, Binali Yildirim. Así Yildirim se refirió a los seguidores de la organización del «Estado Paralelo», supuestamente dirigido por el teólogo Gülen. El que fuera antaño aliado de Erdogan es ahora el enemigo número uno del Estado turco y sobre él recae el dedo acusador de haber orquestado la asonada. A la petición de extradición de Gülen por parte de Erdogan, la respuesta del presidente Obama ha sido la llamada a la calma, mientras Gülen instó a Washington a «rechazar cualquier intento de abusar del proceso de extradición para llevar a cabo venganzas políticas».

La represión desatada por el Gobierno turco, en respuesta a las acciones golpistas, en las últimas horas ha provocado la parálisis de gran parte de las instituciones públicas. Al cese de más de 60.000 soldados, policías, jueces, funcionarios públicos y profesores, se une la prohibición expresa por parte del Ejecutivo de que ningún trabajador del Estado abandone Turquía. Durante el día de ayer el teniente coronel de Infantería Levent Türkkan admitió, además, que todo se trató de una trama organizada por el «Estado Paralelo» y habría confesado ser un miembro de su estructura: «Fui llevado a la posición de ayudante de campo en el Estado Mayor, donde empecé a ejecutar las órdenes dadas en nombre de la comunidad», dijo.

«La Gran Limpieza», como la ha denominado Erdogan, se ha extendido además a internet, donde el Gobierno ha restringido el acceso a los 294.548 e-mails y documentos institucionales publicados por Wikileaks. La primera parte de las series contiene en torno a 762 bandejas de entrada. Los correos provienen del dominio adjudicado al AKP, que lidera el Ejecutivo. Los correos se remontan al año 2010, y hacen referencia a los casos de corrupción más sonados en el país, siendo el más reciente el del 6 de julio de 2016. Según confirmó Wikileaks, el material habría sido obtenido una semana antes del fallido golpe y publicado en el día de ayer en respuesta a las purgas gubernamentales. Tras la difusión de los documentos, el portal fue hackeado y bloqueados sus servidores en todo el territorio turco.