Represión en Venezuela

Un fallido lavado de imagen

Maduro busca a la desesperada rebajar la presión en las calles de cara a la consulta popular que ha organizado la oposición para frenar la Asamblea Constituyente.

Varios venezolanos gritan contra el Gobierno represor de Nicolás Maduro frente a la casa de Leopoldo López, en Caracas
Varios venezolanos gritan contra el Gobierno represor de Nicolás Maduro frente a la casa de Leopoldo López, en Caracaslarazon

Hace apenas unos meses circuló el rumor de que Leopoldo López había muerto en la cárcel. Ante la marea de reacciones, el Gobierno de Venezuela tuvo que difundir un vídeo para probar que el carismático dirigente opositor seguía con vida en la prisión de Ramo Verde.

Semanas después era el propio López quien desde allí llamaba en otra grabación a los militares del país a rebelarse contra el Ejecutivo del presidente Nicolás Maduro, un mensaje que para sus seguidores supuso una demostración de que no estaba permitiendo que la reclusión lo doblegara. Ahora, repentinamente, es trasladado a su casa para cumplir condena domiciliaria. En Venezuela nada es fortuito, y mucho menos por razones humanitarias.

Según pudo saber LA RAZÓN de fuentes cercanas al propio López, desde hace un mes y medio el Gobierno de Maduro intentaba que el preso político aceptara la oferta. La primera vez que habló del tema fue durante una visita del ex presidente del Gobierno de España, José Luis Rodríguez Zapatero, junto al canciller Samuel Moncada. En ese momento López se negó, solicitando que fueran liberados todos los presos políticos. «Días después se permitió el acceso a su esposa Lilian Tintori para que intentase convencerle, pero él volvió a negarse. Es ahí cuando comenzó el nuevo hostigamiento. Con continuas vejaciones hacia el líder de Voluntad Popular y sin permitirle ver a sus abogados ni esposa», afirma la misma fuente.

«Llegó a recibir tres visitas posteriormente. En una de ellas le dijeron que ya estaba todo listo para el traslado, pero el asesinato del juez Nelson Moncada, de 37 años, magistrado de la corte de apelaciones de Caracas, después de esquivar una de las tantas barricadas colocadas por opositores al régimen de Nicolás Maduro, entorpeció todo», añade. Hay que tener en cuenta que Moncada fue el juez que ratificó en 2016 la condena del líder opositor Leopoldo López a 13 años y nueve meses de prisión. «Sin embargo no fue hasta la noche del viernes cuando se decidió todo. Primero una visita de Lilian y luego otra de Moncada, le hicieron cambiar de parecer», afirma esta fuente. Siempre hay un precio, pero no parece que busquen enfriar las calles, van más allá. Hay varios países involucrados en las negociaciones, concretamente tres, y España. Además del Vaticano. Habrá más liberaciones de presos y puede que concesiones políticas», añade.

No opina lo mismo el analista de la Universidad Andrés Bello Roseuro González. «Con esta jugada el Gobierno quiere apaciguar las aguas de cara al plebiscito que se celebrará el próximo día 16 por parte de la oposición y la Asamblea Constituyente del 30». Es sólo un lavado de imagen para dejar tranquila a la comunidad internacional, quien no debe caer en la trampa. Tampoco creo que este gesto sea capaz de contener a las masas», explica a este diario.

La RAZÓN pudo hablar con Gustavo Vázquez, uno de los abogados de Leopoldo López, quien se encontraba ayer en la casa de su cliente. «Esta mañana muy temprano nos sorprendimos, le trasladaron de madrugada, igual que en su día se lo llevaron de noche. No hemos tenido acceso al expediente, no sabemos los detalles. Tampoco qué limitaciones tiene. Está en su casa con su familia, es un avance. Esto es una decisión unilateral del Gobierno por la presión internacional de países como España y la situación que se está viviendo en la calle. Me gustaría resaltar que él no puede decidir si lo sacan o no de la cárcel, y adónde los trasladan. Esto lo ha decidido el Gobierno de forma unilateral. No hay trato alguno, aunque esperamos la liberación de otros presos políticos».

«Está en buenas condiciones –lo cual desmiente las versiones del Tribunal Supremo, organismo que argumenta que el arresto domiciliario se debe a razones de salud–, y feliz porque en tres años no pudo chequearlo su médico. Aunque en principio hemos agotado los recursos de amparo para su liberación, estamos estudiando otras vías para lograr que quede libre»,, comenta.

Por su parte Johan Merchan, jefe de prensa de Voluntad, dice: «99 días de protestas pacíficas ininterrumpidas en las calles de Venezuela, a la par de una intensa presión de la comunidad internacional contra el régimen venezolano, obligó a que el líder opositor y preso de consciencia venezolano Leopoldo López fuese trasladado bajo medida de casa por cárcel, tras permanecer desde hace tres años y cinco meses injustamente encarcelado en la cárcel militar de Ramo Verde». Su hermana, Diana López, reclamó a través de este periódico la libertad plena del dirigente. «Casa por cárcel no es libertad», aseguró.

Por si había alguna duda de las intenciones del Gobierno, el ministro de Comunicación, Ernesto Villegas, expresó la esperanza del Ejecutivo de que la excarcelación contribuya a la reflexión y al cese de la violencia. «Ojalá en sus nuevas condiciones Leopoldo López llame a la reflexión a sus aliados y seguidores para que abandonen la violencia», apuntó en Twitter. «El Diálogo siempre da resultados. Venezolanos debemos tramitar conflictos en paz y rechazar voces apátridas que claman por colapso e invasión extranjera como el señor Requessens», indicó en referencia a un diputado opositor.