Elecciones en Francia

Un legislativo al servicio del nuevo «monarca»

La Razón
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En la lógica subyacente de Emmanuel Macron se encuentra la intención de romper los partidos políticos tradicionales de la historia de la Quinta República. El problema es que estos partidos son todavía relativamente potentes y estructurados, a pesar de haber sufrido un revés en las elecciones presidenciales y en la primera vuelta de las legislativas. El presidente ha utilizado inteligentemente tanto al Partido Socialista como a Los Republicanos como paradigma de la polarización entre izquierda y derecha, tratando de mostrar su cerrazón ideológica. Este enfoque de alto voltaje no es nuevo en la historia de Francia. El argumento de la disyuntiva entre derecha e izquierda se vivió en la Revolución Francesa y también ahora en la Quinta República. La oposición entre el centrismo liberal y los extremismos no es nuevo tampoco. Esto muestra una división tripartita del paisaje político que se puede remontar a la Monarquía de Julio (1830 a 1848), así como al Segundo Imperio (1830 a 1848). Este enfrentamiento tripartito fue el apogeo de la Tercera República y el impulsor de la Cuarta.

¿Cuáles son las prioridades de Macron?

No debemos olvidar que Emmanuel Macron es un alto funcionario del cuerpo de la Inspección General de Finanzas que trabajó en el organismo Sciences Po-ENA y, por lo tanto, tiene un objetivo claro con una base muy sólida: modernizar el Estado y adaptarse a la globalización. Se trata básicamente de un liberal defensor de un proceso de modernización desarrollada entre los años 1980-2000 y muy bien descrita por el intelectual francés François Cusset en «La décennie».

¿Qué peligros entraña una hegemonía de En Marche! en el próximo quinquenio?

La presidencia de Macron presta más atención que la de sus predecesores a la simbología republicana y a la verticalidad del poder con la intención de acabar con el déficit simbólico colectivo de Francia desde la abolición de la monarquía. Su proyecto pasa, por lo tanto, por el resurgimiento republicano, que se desarrolló entre las élites francesas desde finales de los años 90.

¿Qué papel jugará la ultraderecha de Le Pen en la nueva asamblea?

Estas elecciones han puesto al sistema político francés bajo una presión enorme, pero creo que el resultado de la segunda vuelta para el Frente Nacional será similar al de la primera. Creo que saldrá mucho más reforzado Jean Luc Mélenchon, líder de Francia Insumisa, que Marine Le Pen. Los últimos movimientos de la líder ultradrechista no favorecieron el apoyo de los ciudadanos a su partido. Además, su campaña fue errónea y los debates debilitaron a su formación.