Internacional

Un médico pakistaní que atendió a las víctimas de Manchester sufrió insultos racistas

Naveen Yasin, de 37 años y padre de dos hijas, que fue insultado por otro británico de raza blanca que se puso a su lado en la carretera cuando conducía de regreso al Hospital Real de Salford

Hospital donde trabaja el cirujano paquistaní
Hospital donde trabaja el cirujano paquistanílarazon

Naveen Yasin, de 37 años y padre de dos hijas, que fue insultado por otro británico de raza blanca que se puso a su lado en la carretera cuando conducía de regreso al Hospital Real de Salford

Un cirujano británico de origen paquistaní que atendió y aún trata a las víctimas del atentado terrorista del pasado lunes en Manchester, en el que murieron 22 personas, ha sufrido insultos de carácter racista, informa hoy "The Sunday Times".

Este periódico recoge la historia de Naveen Yasin, de 37 años y padre de dos hijas, que fue insultado por otro británico de raza blanca que se puso a su lado en la carretera cuando conducía de regreso al Hospital Real de Salford.

Según cuenta el diario, el conductor tocó la bocina y le dijo, entre otros insultos: "Tú bastardo paquistaní. Vuelve a tu país, terrorista. No queremos a tu gente aquí".

Yasin explica que se quedó estupefacto con el insulto y, en particular, con el hecho de que alguien le dijera que vuelva a su país, cuando él ha nacido en la localidad de Keighley, en West Yorkshire, a unos 30 kilómetros de Manchester, después de que su bisabuelo emigrara al Reino Unido en los años 60.

"No me puedo quitar de la cabeza el odio que sentía hacia mí por el color de mi piel, y los prejuicios que había asociado con eso", declara el cirujano, que ha denunciado el incidente a la Policía.

"Manchester es mejor que esto. Nosotros, la gente de Manchester, reconstruiremos los edificios derrumbados, las vidas rotas y la cohesión social que una vez tuvimos", manifiesta.

Yasin subraya que los atentados terroristas no discriminan por el color de la piel y señala que sus propias hijas podrían haber estado entre los muertos del lunes, puesto que querían asistir al concierto de Ariana Grande, aunque él se lo prohibió porque al día siguiente era día lectivo y tenían que asistir al colegio.

Un total de 22 personas murieron y 64 resultaron heridas, entre ellas varios menores, en el ataque suicida cometido por Samal Abedi, un británico de origen libio de 22 años, que detonó una bomba de fabricación casera en el estadio Manchester Arena a la salida de un concierto de la cantante estadounidense.

El pasado viernes, el comisario jefe de la Policía de Manchester, Ian Hopkins, lamentó que, tras el atentado, que fue reivindicado por el grupo yihadista Estado Islámico, han aumentado en Manchester y su área metropolitana los llamados "delitos de odio", "de una media diaria de 28 a 56 registrados el miércoles".

Hopkins advirtió de que ese tipo de ataques a minorías étnicas y religiosas "no serán tolerados"y conminó a los ciudadanos a denunciarlos. EFE