Turquía

Un ministro turco ataca a Alemania desde un balcón del consulado en Hamburgo

Mevlüt Çavusoglu acusó a Alemania de impedir a los representantes del Gobierno turco hacer campaña por el "sí"en el referéndum sobre la reforma constitucional

El ministro de Exteriores turco, Mevlut Cavusoglu (C), ondea la bandera turca ante seguidores del Gobierno de ese país, en los jardines del Consulado de Turquía en Hamburgo
El ministro de Exteriores turco, Mevlut Cavusoglu (C), ondea la bandera turca ante seguidores del Gobierno de ese país, en los jardines del Consulado de Turquía en Hamburgolarazon

El ministro turco de Asuntos Exteriores atacó hoy con dureza a Alemania en un discurso ante sus compatriotas desde un balcón de la residencia del cónsul de Turquía en Hamburgo, ciudad que había prohibido por motivos de seguridad un mitin suyo en un local público.

El ministro turco de Asuntos Exteriores, Mevlüt Çavusoglu, atacó hoy con dureza a Alemania en un discurso ante sus compatriotas desde un balcón de la residencia del cónsul de Turquía en Hamburgo, ciudad que había prohibido por motivos de seguridad un mitin suyo en un local público.

"Dejen de darnos lecciones de derechos humanos y democracia, (...) sólo nos arrodillamos ante Dios, ante nadie más", manifestó Çavusoglu mientras era jaleado por turcos residentes en Hamburgo y concentrados ante el consulado, entre numerosas banderas de su país.

La prohibición de actos electorales de varios ministros turcos en los últimos días en Alemania por motivos formales o de seguridad ha elevado la tensión entre Berlín y Ankara, que ha acusado al Gobierno germano de recurrir a "prácticas nazis".

Entre grandes medidas de seguridad, Çavusoglu salió al balcón y acusó a Alemania de impedir a los representantes del Gobierno turco hacer campaña por el "sí"en el referéndum sobre la reforma constitucional que se celebrará en abril para avanzar hacia un régimen presidencialista en Turquía.

"Eso no es amistad", advirtió el ministro en un discurso retransmitido en directo por televisión.

Tras criticar que se denegara el permiso para celebrar el mitin en varios salones de boda y un hotel, Çavusoglu denunció las "presiones"directas de la policía a un ciudadano turco que ofreció sus salas para el acto.

"No podemos aceptar que Alemania interfiera en el referéndum", avisó el ministro, para quien existe una campaña "sistemática"contra su país en Europa, donde crece el racismo y fuerzas políticas xenófobas se acercan el poder en países como Holanda o Francia.

Mientras Turquía combate el terrorismo, prosiguió, en Europa se recibe y homenajea a seguidores de la guerrilla del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) o del predicador islamista Fethullah Gülen, al que Ankara responsabiliza del fracasado golpe de Estado del pasado año.

Çavusoglu se reunirá mañana con su homólogo alemán, Sigmar Gabriel, quien en declaraciones a la televisión pública ZDF trató de calmar las aguas tras semanas de tensiones bilaterales, no solo en torno a los mítines en territorio alemán, sino también por el encarcelamiento en Turquía del periodista germano-turco Deniz Yücel.

"La conversación de mañana es necesaria", indicó Gabriel en tono conciliador, poco después del mitin del ministro turco, para calificar a continuación de "absurda"y "escandalosa"la comparación entre las suspensiones de mítines y las prácticas nazis.

Expresó su alivio por el hecho de que hoy Çavusoglu no hubiese repetido ese término en su intervención desde Hamburgo y reiteró su convicción en la necesidad de mantenerse en la vía del diálogo, aunque admitió que las diferencias existentes "no van a resolverse de la noche a la mañana".

Gabriel insistió en el compromiso de su Gobierno en lograr la liberación de Yücel, detenido el pasado 14 de febrero, y definió al periodista como un "patriota alemán", con "raíces turcas", que ejerce un "periodismo crítico".

De nuevo en relación a la suspensión de mítines con presencia de ministros turcos, el titular de Exteriores negó que hubiera una "prohibición general"a estas intervenciones y explicó que debía observarse en estos actos que se cumplieran las debidas prerrogativas de seguridad.

En una reunión de las filas conservadoras en el Parlamento, la canciller alemana, Angela Merkel, había afirmado ya que no sería inteligente criticar las restricciones a la libertad de expresión en Turquía y responder con limitaciones en Alemania.

Su ministro de Interior, Thomas de Maizière, atribuyó los ataques de Ankara a una "provocación consciente"para aumentar la participación electoral en Alemania, donde viven cerca de 1,4 millones de ciudadanos de origen turco con derecho a voto en el referéndum de Turquía.

Efe