Un paso para llegar a la Cancillería

–¿Qué significaría para la UE tener un país con un presidente de ultraderecha?

–La consecuencia más importante para la UE sería la promesa de Hofer de negarse a firmar el tratado TTIP. Aunque también lo anunció Van der Bellen. Asimismo, tener a Hofer en el poder es casi una garantía de que el FPÖ ganará las elecciones de 2018, y su líder Strache será nombrado canciller. Los recientes comentarios de Strache, por ejemplo sobre Tirol del Sur, muestran el potencial conflicto respecto a otros Gobiernos de la UE. Aparte de eso, dependerá de cómo Hofer interprete su rol presidencial. En el pasado, los jefes de Estado austriacos apenas han usado sus poderes constitucionales, dejando todo al Gobierno y su canciller. Aunque tendrá mucho más impacto para la UE el resultado de Marine Le Pen en Francia en 2017.

–¿Ha explotado la ultraderecha la crisis de refugiados?

–Claramente. Durante décadas, el FPÖ ha retratado a la inmigración sólo como una amenaza y los acontecimientos de 2015 les dieron otra oportunidad. Fue muy fácil, pues los partidos gubernamentales –socialdemócratas y conservadores– no encontraron una respuesta adecuada. En su lugar, en muchos aspectos, han ido cayendo lentamente en la posición de la derecha radical, legitimando tales posturas. En cuanto a la inmigración, el FPÖ es quien marca la agenda. Sin embargo, cabe destacar que los Socialdemócratas de Viena lograron evitar el desastre en las locales de 2015 al hacer hincapié en la importancia de respaldar a quienes escapan de la guerra, una lección que no aprendieron sus líderes nacionales.

*Investigador político en el Instituto Universitario Europeo