Austria

¿Una república bananera?

La Razón
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Nunca antes en unas elecciones presidenciales en Austria habían suscitado tanto interés internacional. Y motivos no faltan. El hecho de que un ultraderechista pudiera presidir por primera vez un país europeo desde el final de la Segunda Guerra Mundial ya era motivo suficiente. Pero el desastroso proceso electoral, que se ha prolongado durante once meses, ha dañado gravemente la imagen internacional del país alpino. Pese a su tradición democrática, el Gobierno tuvo que sufrir la humillación de anular la segunda vuelta del 22 de mayo por irregularidades formales en el voto por correo. Pero la humillación no acaba aquí. La repetición de los comicios no pudo celebrarse la fecha prevista, el 2 de octubre, por el mal estado del pegamento de los sobres de las papeletas, lo que podría haber conducido a una nueva repetición. De ahí que un tabloide haya llegado a preguntarse en su portada si Austria era una república bananera.