Hungría

Unos 1.400 refugiados esperan entrar en Hungría para pedir asilo

La devolución en caliente de refugiados por parte de Hungría está provocando enormes problemas en la frontera con Serbia

Los refugiados se encuentran varados en la frontera serbo-húngara mientras Hungría aplica una nueva norma que dificulta la petición de asilo.

Según dijo hoy a Efe en Belgrado la portavoz de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) en Serbia, Mirjana Milenkovski, del lado serbio hay unas mil personas, de ellas sólo 250 en un centro de acogida en Subotica, a unos 25 kilómetros de la frontera, mientras que el resto acampa a cielo abierto en las inmediaciones de los pasos de Horgos (Roszke) y Kelebija (Tompa).

En los dos pasos, los refugiados instalan sus pequeñas tiendas de campaña a la espera de cruzar a Hungría, que abre las puertas a unas 30 personas al día. En esos campos improvisados reciben ayuda humanitaria y médica, pero las condiciones en que viven no son buenas, alertó la portavoz. ACNUR y las autoridades serbias intentan que más refugiados se trasladen al centro de acogida de Subotica o a otros en Serbia donde tienen mejores condiciones y también libertad de movimiento, pero la mayoría lo rechaza en un intento de alcanzar cuanto antes Hungría, el primer país de la Unión Europea (UE). Además, en el centro de acogida en Krnjaca, en las afueras de Belgrado, hay ahora unas 350 personas, indicó ACNUR. De acuerdo con el Gobierno húngaro, en las zonas de tránsito de Tompa y Roszke se encuentran entre 300 y 350 refugiados.

El ministro magiar de Gobernación, János Lázár, declaró hoy que "parar a los inmigrantes es la cuestión clave"y agregó que "lo más importante es la defensa de las fronteras, de Europa y de Hungría". "Para Hungría la seguridad es lo más importante", dijo el ministro y añadió que "en este tema no hay compromiso". Lázár consideró "injusto que ataquen a Hungría de falta de solidaridad"e insistió en que "la verdadera solidaridad es que Hungría defiende las fronteras de la UE, algo que otros países no hacen". Hungría anunció para el próximo 2 de octubre un referéndum sobre el sistema de reubicación de refugiados entre los países de la UE.

El director del Centro de protección y ayuda a los solicitantes de asilo en Belgrado, Rados Djurovic, calificó de "preocupante"que Hungría expulse a los refugiados por la valla que este país levantó el año pasado en su frontera para detener la ola migratoria. "La gente está amargada, no sabe qué hacer. Algunos regresan a Belgrado. Será un problema crónico. La gente se moverá por Serbia como en un círculo", advirtió Djurovic.

La ONG serbia estima que en Belgrado hay a diario unos 200 refugiados, cuya única salida es la contratación de traficantes de personas para proseguir el camino hacia sus destinos en Europa Occidental. "Están literalmente empujados a las manos de los traficantes", denunció Djurovic. En marzo pasado fue cerrada la llamada "ruta de los Balcanes"para refugiados de Oriente Medio, que iba desde Grecia por Macedonia, Serbia, Croacia y Eslovenia hacia Austria y Alemania y por la que en 2015 pasaron cientos de miles de emigrantes. Desde entonces, crece de nuevo el tráfico ilegal de personas que esperan llegar a Europa Central a través de Bulgaria, Serbia y Hungría. La Policía serbia informa con frecuencia de arrestos de personas de grupos criminales por contrabando de refugiados.