Francia

La fortuna oculta de Jean-Marie Le Pen

La Justicia francesa investiga al presidente honorario del Frente Nacional por esconder al fisco 2,2 millones de euros en una cuenta bancaria de Suiza

Jean-Marie Le Pen, y su hija Marin Le Pen
Jean-Marie Le Pen, y su hija Marin Le Penlarazon

La Justicia francesa investiga al presidente honorario del Frente Nacional por esconder al fisco 2,2 millones de euros en una cuenta bancaria de Suiza

Jean-Marie Le Pen multiplica sus problemas con la Justicia, pero en esta ocasión tienen forma de dinero. El fundador del Frente Nacional (FN) habría depositado 2,2 millones de euros en una cuenta oculta en Suiza, 1,7 millones serían lingotes y monedas de oro. La información la publica el diario on line «Mediapart», que afirma que el patriarca del FN «ha disfrutado de un ‘trust’ gestionado en Suiza por su mayordomo», el fiel Gérald Gérin, un hombre de 41 años, que es también uno de sus máximos colaboradores, consejero de la región Provenza Alpes Costa Azul y tesorero de Cotelec, la asociación de financiación creada por el líder del FN. Le Pen depositó el dinero en Suiza, primero en el banco HSBC y en 2014 transfirió sus millones a la Compagnie Bancaire Helvétique (CBH) en las Bahamas para ocultarlo a la Alta Autoridad para la Transparencia de la Vida Pública.

A finales de 2013, París abrió una investigación preliminar sobre el patrimonio de Le Pen para conocer el origen del enriquecimiento del líder de la extrema derecha, evaluado en 1,1 millones de euros de su patrimonio entre 2004 y 2009. En su declaración de patrimonio a la Autoridad para la Transparencia, Le Pen sólo había mencionado sus ingresos como parlamentario europeo y como consejero general, y simplemente hacía mención de Cotelec, sociedad destinada a realizar préstamos a los candidatos del FN.

Ahora es Fa fiscalía de Nanterre quien está detrás de esa cuenta con un tesoro de 2,2 millones de euros después de que el servicio antiblanqueo Tracfin del Ministerio de Economía le pasara la información para proceder a una investigación. Dicha cuenta fue abierta por Gérin, que hoy trabaja también junto a la eurodiputada del Frente Nacional Marie-Christine Arnautu. Gérin ocupa igualmente una función en el organigrama del FN, en tanto que asistente del gabinete del presidente de honor, una función que, como él precisa, no consiste en tratar los menesteres personales de Le Pen.

La cuenta oculta pertenece a un «trust» llamado Balerton Marketing Limited, una estructura jurídica que permite disimular la identidad de las personas que disfrutan de los beneficios. Según Mediapart, la cuenta, en principio abierta en el HSBC, pasó a la Compagnie Bancaire Helvétique hace un año, en vísperas de las elecciones europeas. El diario online añade que, en un correo enviado a la Justicia en 2008, Gérin reconoce ser el gestor de un «trust» basado en las islas Vírgenes británicas. Sin embargo, el propio interesado ha negado a Mediapart ser el responsable legal de esa cuenta y asegura que va a «pedir explicaciones» a su patrón. Jean-Marie Le Pen no ha querido responder a las llamadas de Mediapart, pero ha dicho a «Libération» que, de momento, no desea contestar a esas informaciones.

No es la primera vez que el fundador del FN tiene que responder de una cuenta en Suiza abierta en 1981. Hace dos años, también Madiapart publicó que el hombre que había abierto esta cuenta era Jean-Piere Mouchard, otro hombre próximo a Le Pen y ex tesorero de su micro partido Cotelec, que había utilizado los servicios de una sociedad «offshore» de Gibraltar para realizar sus inversiones. En su día, Le Pen explicó que se trataba de una operación financiera para financiar su compañía de discos Serp. Y su hija Marine afirmó que no eran más que «pseudo revelaciones», «refritos» de viejos artículos de prensa.

Le Pen podrá desfilar el 1 de mayo en el tradicional cortejo de su partido, pero este año está castigado sin hablar. La dirección del FN, en general, y su hija, en particular, están cansados de oír sus continuas provocaciones: insistiendo en que las cámaras de gas nazis no son más que un «detalle de la historia».