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Jiménez Fortes: «Sentí el pitón hasta dentro»

El malagueño, arropado por su madre, Mary Fortes, se encuentra tranquilo en el hospital
El malagueño, arropado por su madre, Mary Fortes, se encuentra tranquilo en el hospitallarazon

Han pasado más de 48 horas desde que Saúl Jiménez Fortes fuera herido gravemente con dos cornadas en el cuello por un toro de Salvador Domecq. El torero malagueño se encuentra en la habitación de la Clínica San Francisco de Asís, tranquilo, casi en perfectas condiciones si dejamos a un lado que el diestro apenas puede mover el cuello, pero puede hablar sin ningún problema.

–Lo más importante ahora mismo. ¿Cómo se encuentra?

–Bien, me encuentro muy bien. Ha pasado esta mañana el doctor Máximo y la evolución va muy bien, aún a la espera de hacer un TAC y un escáner.

–Es increíble la suerte que ha tenido.

–Sí. He visto las imágenes y son impresionantes. Eso se ve en el reflejo de la gente, en cómo lo han vivido los aficionados, en casa y en la plaza, y hay que dar gracias a Dios porque fue en Madrid y con el equipo que dirige Máximo.

–Fue una tarde muy importante. Se le vio muy centrado y consciente de lo que había en juego.

–Era consciente de que era mi única tarde y que tenía que reivindicarme y dar un giro a mi carrera. Quería sentirme torero en Madrid. En el primer toro, sentí la entrega y eso motiva mucho.

–¿Cómo fue la primera faena?

–La primera faena fue muy sincera desde el principio. Fue complicada por el aire, por irme a la puerta de chiqueros, los quites fueron muy intensos y me sentí muy sincero con la muleta. Quise terminarla con la emoción del final, por bernardinas. Fue el mejor homenaje al brindis a mi compañero David Mora. Estoy muy contento.

–Para muchos, la tarde será recordada por la impactante cogida; pero hubo más detalles que destacar.

–Para el gran público pasará desapercibido, pero hay muchos aficionados, compañeros y profesionales que me han mostrado su admiración por la evolución de mi toreo. Cada tarde se han visto muchas cosas y con eso es con lo que me quedo.

–¿Percibió que el sexto toro tenía más peligro por el pitón izquierdo?

–Sí. De salida el toro me apretó más por el izquierdo. Empecé por el derecho y era muy violento al tocar el engaño. Me desarmó en un pase de pecho para cambiar el pitón y me empaló. Me dio la voltereta, sin que ocurriera nada, pero en el suelo ocurrió todo.

¿Qué sintió cuando le corneó? ¿Supo la gravedad de la cornada en el momento?

–Sentí el pitón entrar hasta dentro. Mi reacción fue muy rápida: me levanté y directamente me tapé la herida con la mano. Sabes que una cornada en esa zona es diferente que en otras, principalmente por la gravedad y por la vitalidad.

–¿Ha pensado alguna vez en si merece la pena sufrir lo que ha sufrido por llegar a lo más alto? El animal, a veces, se lo ha puesto difícil.

–Cuando deseas las cosas con sinceridad, siempre hay una fuerza que te ayuda. Si das el máximo, lo acabas por conseguir. Poder sacar lo que crees que tienes dentro y poder emocionar a mucha gente, eso hace emocionarte porque el aficionado ha vibrado viéndome torear.

–¿Ha visto Madrid al verdadero Jiménez Fortes?

–No, el otro día la faena a primero fue muy de verdad, pero el aire y el toro no me dejaron expresarme de la manera en que me hubiera gustado.

–Es increíble que fuera consciente camino de la enfermería y que quisiera salir a matar el toro...

–Al llegar a la enfermería, el equipo médico me tranquilizó diciéndome que tenía dos cortes y yo le respondí que me gustaría rematar la tarde, pero me operaron rápido. Quise salir porque me dijeron eso. En esos momentos, sale esa fuerza para salir adelante. De nada sirve pensar en el pasado, he pasado lo peor y toca recuperarse, fijarse en el pasado para mirar al futuro.

–¿Cree que Madrid le debe una?

–Yo soy el que debo mucho a Madrid. Nos veremos pronto y sé que me esperan. Tengo mucha ilusión.

–¿Si no le hubiera cogido hubiera abierto la puerta grande de Madrid?

–Decir eso sería imprudente por mi parte. Iba camino de dar lo máximo de mí y logré una oreja. Tal y como estaba la tarde, la gente y el toro creo que pudiera haber sido, pero habrá que volver, que quedan muchas tardes todavía.