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La tarea de Sísifo

La Razón
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- ¿Cómo tendría que abordar la UE la crisis mediterránea?

–Los países de la UE tienen que compartir la responsabilidad a nivel financiero y operacional. Pero no sólo en términos de búsqueda y rescate, sino también en los reasentamientos. La palabra reasentamiento, que nadie se atrevía a pronunciar hasta el año pasado, se ha convertido ahora en una prioridad. Las solicitudes de asilo en Italia se han incrementado un 145% entre 2013 y 2014 (65.000 el año pasado). Alemania es el país que recibe más peticiones de asilo con 200.000 el año pasado. Muchos otros países pueden hacer más, como España o Portugal, pero también Holanda, Irlanda y los países del centro y del este de Europa.

- ¿Qué piensa de la recomendación del primer ministro australiano, Tony Abbott, de que Europa debería devolver los barcos que lleguen a Europa?

–Injustificable. Pero creo que la UE está comprometida con los derechos humanos y su preocupación por los países vecinos. Además, esta solución no es posible en Europa porque las distancias entre las costas de Libia, Egipto, Turquía y Túnez con Italia y Grecia son mucho más cortas que en el caso australiano, así que el bloqueo de barcos no es posible. Y más importante aún, crearía campos de concentración en Libia, donde los subsaharianos que huyen de la persecución, la violencia y la pobreza quedarían atrapados. ¿Cómo podría permitir la UE que sucediera esto?

- El caos en Libia tras la caída de Gadafi, ¿es responsable en buena medida de esta situación?

–Nadie se esperaba que Libia iba a colapsar como lo ha hecho. Y nadie esperaba la expansión del Estado Islámico. Es un problema que va más allá del tema puramente migratorio. Estabilizar Libia es muy importante para gestionar los flujos, pero Libia es sólo una parte del puzle. Las turbulencias en esta zona crean flujos secundarios de inmigrantes que llegan desde el África subsahariana. Es importante resaltar que la UE ha puesto en marcha el Proceso de Jartum para estabilizar el Cuerno de África y conseguir una mejor gestión del tema migratorio desde esos países. Y por último, pero no menos importante, son los casos de abuso, torturas y la «venta» de inmigrantes por parte de los traficantes a los guardacostas libios. Esto es algo que ya documentaron ONG en 2009. Parte de la solución es ayudar a Libia a reconstruir sus capacidades técnicas y a entrenar a sus fuerzas. Pero en estas circunstancias esa es una tarea de Sísifo.

- ¿Están dispuestos Libia, Egipto, Turquía y Túnez a cooperar con la UE en resolver la crisis?

–Libia es un tema aparte por las razones ya enunciadas. Pero con el resto de los países se puede hacer mucho más para mejorar la cooperación. Turquía ya acoge 1,8 millones de refugiados sirios, pero puede hacer más a la hora de ayudar en la lucha contra las redes de trafricantes. Por ejemplo, desde el puerto de Mersin, en la costa turca, donde operan las mafias, parten muchas familias sirias hacia Italia huyendo de la guerra. El pasaje es mucho más caro que el tránsito por la peligrosa Libia. De hecho, la vía libia hacia Italia es más utilizada por inmigrantes de Eritrea, Somalia, Nigeria y Gambia, que huyen de la guerra.

* Profesora en el Centro de Estudios Avanzados Robert Schuman en el Instituto Universitario Europeo (IUE) de Florencia. Preguntas de Goyo G. Maestro