Papel

Lesmes ordena inspeccionar el Supremo para «conocer su situación»

Carlos Lesmes, presidente del Supremo y del CGPJ
Carlos Lesmes, presidente del Supremo y del CGPJlarazon

Varios magistrados critican la medida, que tachan de «inédita» y «escandalosa»

Carlos Lesmes ha ordenado una inspección del Tribunal Supremo, del que es presidente, para comprobar el estado en que se encuentran cada una de sus salas. Es la primera vez que un presidente del Supremo acuerda tal medida. En la última reunión de la Sala de Gobierno del mencionado tribunal figura como uno de sus acuerdos el «tomar conocimiento del informe del Excmo. Sr. Presidente del Tribunal Supremo en relación a la presentación del Plan de Inspección a practicar por el presidente en las distintas salas de este tribunal». A continuación figuran los motivos esgrimidos por Lesmes para haber decidido llevar a cabo esa inspección en el tribunal que preside, y, tras aludir a lo que dispone al respecto la Ley Orgánica del Poder Judicial («El presidente del Tribunal Supremo dirige la inspección ordinaria y vigila el funcionamiento de las salas y secciones de este tribunal»), señala que se llevará a cabo tanto en las cinco salas como en las salas especiales y en el Gabinete Técnico, «al objeto de tener conocimiento extenso y preciso de la situación en la que se encuentra actualmente el tribunal, ala vista de la existencia de diversas reformas normativas en curso –como las relativas al recurso de casación – que van a afectar a la organización y al funcionamiento del Alto Tribunal». El próximo lunes comenzará la inspección en la Sala Militar.

Esta decisión ha causado un profundo malestar en no pocos magistrados del Supremo, que consideran la medida «inédita». «Debería haber dado una razones convincentes de una inspección que no tiene precedentes y que ningún otro presidente adoptó desde que entró en vigor la actual Ley Orgánica del Poder Judicial, y de los motivos por lo que, precisamente, se lleva a cabo ahora».

Además, señaló un magistrado consultado, esa inspección «no resulta necesaria, porque es presidente del Supremo y está al día de cómo se encuentran las salas. La verdad es que ha sentado mal a no pocos magistrados». Otro llegó a calificar la decisión de «escándalo, porque no se sabe lo que pretende y no dio razón alguna que la justifique».

Otros magistrados justifican, en cambio, la decisión porque el Supremo «debe ser también eficiente en su funcionamiento, por lo que tiene pleno sentido que se le inspeccione». Esta iniciativa, defiende otro, «no supone ningún signo de desconfianza, sino la necesidad de conocer de primera mano el funcionamiento de las secretarías y de las salas». Por ello, le sorprende que haya causado malestar a algunos de sus compañeros, como reconoce que existe, «y sobre todo a algunos que tanto hablan de servicio público de la Justicia y al final parece que lo que quieren es que sea un coto cerrado a todo tipo de control».