Belleza

¿Qué tienen en común Mel Gibson y Borja Thyssen?

Ambos se cortan el pelo y se arreglan la barba en Blackstone, la peluquería del barrio de Salamanca que se ha convertido en la favorita de las estrellas del cine nacionales e internacionales.

Un cliente de Blackstone, mientras le cortan el pelo y le hacen la manicura
Un cliente de Blackstone, mientras le cortan el pelo y le hacen la manicuralarazon

Ambos se cortan el pelo y se arreglan la barba en Blackstone, la peluquería del barrio de Salamanca que se ha convertido en la favorita de las estrellas del cine nacionales e internacionales.

¿Qué pueden tener en común Mel Gibson y Borja Thyssen? Ignoramos si coinciden en sus gustos artísticos, pero lo que sí sabemos es que han compartido peluquero. El actor americano fue posiblemente una de las visitas más mediáticas de Blackstone, un negocio creado por el grupo Rizos hace seis años y cuya definición navega entre la de club de caballeros y la de barbería: «Nacimos para ser un club masculino con la necesidad de rescatar la imagen y el buen gusto por la barbería tradicional victoriana actualizada a nuestro tiempo», asegura Iván Carpio, mánager del establecimiento, durante nuestra entrevista. Relativamente nuevo si lo comparamos con otras peluquerías y barberías de Madrid (algunas de ellas incluso centenarias), lo que es innegable es que esta apuesta empresarial ha sabido conjugar a la perfección la idea de club privado (tan en boga últimamente en la capital) con un local pensado exclusivamente para hombres. Además, nacidos antes de la crisis, fueron listos a la hora de capear el temporal defendiendo una apuesta que, a priori, parecía algo arriesgada. El caso de Gibson es sin lugar a dudas el más curioso y el que más llama la atención de todos los clientes que han tenido (podemos hacernos una idea del nivel de su clientela en su web). Según comenta el propio Carpio, el actor recaló en este local recomendado por un amigo y por su propio hotel: «Se lo sugirieron a la vez un cliente nuestro y el Ritz. Llegó a nosotros con una barba bastante poblada y sin forma. Le recomendamos darle un aire más afilado por su fisonomía facial. Además, tuvimos que arreglarle un poco el cabello porque se iba para Cannes».

Gibson y Thyssen son sólo dos de los clientes con los que cuenta (y de los que presume) esta barbería: Gabino Diego, Cayetano Rivera, Alex de la Iglesia, Dani Rovira, José Mercé y Agustín Jiménez son otros de los rostros conocidos que se dejan ver de vez en cuando y que llegan a ellos, según afirma Carpio, por «la mejor publicidad del mundo, el boca a boca». Eso sí, tampoco le niega parte del éxito a su departamento de comunicación: «Son muy activos y eficaces». Todos estos intérpretes y miembros del «star system» tanto nacional como internacional confían en Carpio y su equipo y dejan en sus manos su «look» final, aunque tenga que ser de lo más controvertido: «El corte más curioso nos lo pidió Gabino Diego», continúa el responsable de Blackstone: «Tenía que hacer el papel de Cuco en “Torrente 2” y, sinceramente, a los profesionales nos cuesta hacer trasquilones adrede». En su descarga hay que decir que no le salía tan mal el corte y, de hecho, el personaje es quizá uno de los más recordados de la saga de Santiago Segura en gran parte por su «terrible» corte de pelo. Aunque, también hay que decir, estas ocasiones son las menos. Lo más común es que lleguen con otra idea: «Vienen mucho cuando tienen que hacer alguna aparición pública. En ese caso lo que nos piden es arreglo de cabello y barba, manicura y un tratamiento de anti fatiga facial».

Y es que, por si alguien lo dudaba, el hombre se ha vuelto más coqueto con el paso del tiempo, por lo que no le importa tanto el precio como el resultado: «Han llegado a gastarse aquí cantidades muy elevadas», confiesa Carpio. El alto número de impactos informativos que el sector masculino ha ido recibiendo durante los últimos años sobre la importancia de cuidarse ha provocado que cada vez esté más concienciado con la imagen que proyecta. Esto lo saben de primera mano en esta barbería: «El hombre está más abierto al cambio, sobre todo si el entorno acompaña y se consigue relajar», asegura Carpio. «Después de unos años repletos de peluquerías unisex, ahora vivimos un momento donde lo más solicitado son los cortes a tijera artesanales y con unos acabados perfectos. De hecho, las barbas siguen vigentes, aunque ahora ya se estilan con menos densidad y sin tanta longitud. Y seguirán estando de moda durante un tiempo, pero con otros formatos», explica el mánager.

Servicio de limpiabotas

«El 65% de nuestros clientes utiliza el servicio de barbería, ya sea para un arreglo de barba o para un afeitado tradicional», continúa. El color, en cambio, no vive su mejor momento, por lo menos para ellos: «Nos desmarcamos de los tintes estándar y trabajamos más con atenuadores de canas que no aportan viraje de color con el paso de los días», dice Carpio. Es un toque más discreto, más en sintonía con el tipo de cliente que suele acudir hasta su local en la calle Sagasta, en Madrid, que disfruta no sólo de un espacio discreto sino también de una serie de actividades que van desde poder degustar una copa de champán mientras van apurando sus patillas, a participar en una cata de whisky (entendemos que esto ya sin el babero puesto). Incluso mantienen el servicio de limpiabotas, una profesión ya prácticamente extinta en nuestro país.