Gastronomía

Cerveza y alta cocina

La Cerveza de Navidad de Damm es la bebida perfecta para presidir la mesa durante estas fiestas

Damm apuesta por la cremosidad
Damm apuesta por la cremosidadlarazon

La Cerveza de Navidad de Damm es la bebida perfecta para presidir la mesa durante estas fiestas.

Si desde hace días nos preocupa qué recetas vamos a servir a los nuestros durante estas fiestas, con qué platos queremos sorprenderles, también debemos escoger con criterio la bebida, que, sin duda, debe estar al mismo nivel que la comida. De ahí que nuestra elección para armonizar las elaboraciones sea la Cerveza de Navidad de Damm. ¿El motivo? Es una tradición. Les cuento. En los años 50, los maestros cerveceros tenían una sana costumbre, que consistía en elaborar una cerveza especial para festejar tanto Nochebuena como para recibir con buen pie el Año Nuevo. Solo la podían disfrutar familiares y amigos de los elaboradores. Con el paso del tiempo, este jugo de cebada se dejó de producir hasta que en 2008 se recuperó tan sabrosa práctica. Tanto entusiasma su sabor, que desde hace cinco años de la fábrica del Prat de Llobregat parte una tradición para compartir con familiares y amigos, ya que todos podemos saborear esta cerveza. De edición limitada, está diseñada especialmente para esta época del año en la que los termómetros se desploman y lo que nos apetece es meternos entre fogones e ingeniar elaboraciones contundentes que alcancen todo su sabor al armonizar con una bebida creada con ingredientes cien por cien naturales. Al tratarse de una cerveza gastronómica, es decir, pensada para presidir la mesa durante un almuerzo o cena completa, su proceso de elaboración se acoge a las tendencias que hacen que nuestra cocina sea una de las mejores del mundo. Es decir, la calidad de los ingredientes –agua, malta de cebada, arroz y lúpulo– es la máxima prioridad de la casa, de ahí que cuente con el trabajo personalizado de los agricultores locales mediterráneos.

Así, la entrada en boca es amplia, con carácter. Al disfrutar del primer trago, compruebas que es voluminosa y cremosa, mientras que, al final, recuerda al tanino de la hoja de tabaco. Una curiosidad, el amargor del lúpulo se convierte en una intensa sensación refrescante. Asimismo, comprobamos que posee un color roble de reflejos anaranjados y que se observa densa y brillante, con una capa cromática y tostada. En cuanto a la crema, es compacta y las burbujas resultan finas y vivas. Antes de beber el primer trago, merece la pena disfrutar de su intenso y complejo aroma, además de comprobar que en nariz existen notas afrutadas en las que están presentes el melocotón maduro y la manzana, mientras que los toques anaranjados son los que dotan a la bebida de todo el frescor. Sin embargo, la sensación de pan tostado persiste hasta el final. Insistimos, para disfrutar de ella, se recomienda consumirla a entre 5 y 7 grados.

Revolución en la mesa

Para comprobar el meticuloso proceso de elaboración de sus distintos tipos de cervezas, Damm propone a quien lo desee visitar sus instalaciones de 120.000 metros cuadrados, ya que se trata de una de las fábricas de cerveza más modernas de Europa en la que, a diario, se elaboran 2,7 millones de litros. Cierto es que a los españoles nos gusta salir de cañas, rendir tributo y engordar la cultura del tapeo, pero también nos entusiasman las cervezas gastronómicas, en cuya escena fueron pioneras Inedit y Malquerida, nacidas para hacerse inseparables de los platos de alta cocina. Por eso, su salida al mercado supuso una revolución. La fórmula de Inedit fue obra de los maestros cerveceros de Damm, Ferran Adrià y el equipo de sumilleres de elBulli, entre ellos, Ferran Centelles. De ahí que, ya de por sí, sea un reclamo desde 2008.

Plena de contrastes y matices aromáticos, es el resultado de dos cervezas, una de malta de cebada tradicional y otra de trigo, aromatizada con lúpulo, cilantro, piel de naranja y regaliz. Nos gusta su versatilidad, que es gran compañera de casi cualquier preparación, además de ser refrescante, cítrica y algo especiada y cremosa. De la insistencia de los hermanos Adrià por crear otra que armonice con las recetas de inspiración iberoamericana surgió Malquerida. Sí, es perfecta para acompañar los sabores picantes, ácidos, intensos y afrutados que la caracterizan, o para tomarla sola. Da igual, porque es un nuevo estilo de cerveza, roja y fresca, que está muy rica. Y es lo que importa.