Angela Akins, la mujer que ha hecho «grande» a Sergio García

El golfista siempre tuvo relaciones estables, pero con ella ha dado el paso de casarse

Desde sus primeros pasos en el mundo del golf profesional, Sergio García siempre ha dado muestras de ser un joven –bueno, un «Niño», tal y como le apodaron cuando con 19 años protagonizaba los duelos más mediáticos con Tiger Woods–, ahora ya con 37 años un hombre, de los que el termómetro sentimental hace mella para bien o para mal en su devenir profesional. Cual eterna promesa del golf, rozaba con sus palos los «Grand Slam» durante las dos primeras jornadas de los torneos y se caía de los primeros puestos de la clasificación durante el fin de semana. Él mismo llegó a dudar que llegara a ser capaz de ganar un «Major». Tuvo serios problemas de mentalidad para abordar cuatro días de juego. Hasta el domingo, que «El Niño» se hizo grande, enfundado en la chaqueta verde que corona a los célebres campeones del Masters de Augusta.

«No soy lo suficientemente bue-no. No creo que tenga lo que necesito tener... Debo jugar al máximo de mis posibilidades para quedar segundo o tercero», aseguraba Sergio García cual cantinela cada vez que se sentía desmoralizado. Años antes incluso remodeló su «swing», pero ahora había que hacer otro tipo de cambios, uno al que nunca había dado prioridad en su carrera porque pensó que no lo necesitaba: el trabajo mental.

Ligada al deporte

En esa faceta es en la que más influencia ha tenido su actual novia, Angela Akins, muy ligada al deporte profesional, pues su padre y su abuelo han sido jugadores de fútbol americano. Ella le dio la importancia que debía al aspecto psicológico, una parcela tan importante en la preparación de un deportista como la física o el entrenamiento del «swing» y el «putt». Desde entonces, el pensamiento de Sergio García pasó de derrotista a esperanzador. «Estoy trabajando sobre todo en la aceptación de los errores, en ser más positivo, en saber que todos podemos cometer fallos, pero que siempre hay margen para recuperarse», explicaba una semana antes de enfundarse la chaqueta verde y celebrar la victoria con Angela, la periodista deportiva de 32 años que le robó el corazón durante la retransmisión de un partido como reportera de «The Golf Channel». Se conocieron a finales de 2015 y no fue hasta abril de 2016 cuando hicieron oficial su relación, coincidiendo con el Valderrama Open de España. Es su gran apoyo, la mujer que le acompaña a todos lados (en el ocio y en los torneos) y con la que, después de varias relaciones estables, aunque fallidas (y de las que mucho le costó recuperarse, ya que es muy familiar), se casará este verano en el rancho texano de los padres de ella. Para Angela será su segundo matrimonio. Estuvo unida a Ross Hamann , ex jugador de golf que ahora trabaja como ejecutivo de ventas.