Bill Cosby, en el banquillo de los acusados

Comienza el juicio por las denuncias de abuso sexual que pesan contra el «padre de América».

Pasaba poco más de las nueve de la mañana, hora en la costa este de Estados Unidos, cuando Bill Cosby llegaba a los juzgados de Norristown, un pequeño pueblo de Pensilvania. El actor de 79 años tuvo que atravesar una marea de fotógrafos y periodistas para acceder al interior de la corte, donde le esperaban los 12 miembros del jurado popular (dos de ellos afroamericanos, tal y como solicitaban los abogados del actor) que van a juzgarlo por la denuncia de agresión sexual interpuesta en 2005 por Andrea Constand, una de las 60 mujeres que le acusan de haber abusado de ellas. Pese a la gravedad del asunto, Cosby, que se declara inocente y asegura que la relación con la demandante fue consentida, accedía a la sala visiblemente despreocupado. Sin embargo, su casi nula visión (afectada por una enfermedad ocular degenerativa que, además, será utilizada por sus letrados para intentar reducir la pena de 20 años de cárcel a la que se enfrenta) le obligó a hacerlo con la ayuda de un bastón y del brazo de Keisha Knight, la actriz de 38 años que interpretaba a su hija pequeña en «The Cosby Show», el programa de los 80 que lo llevó a la fama y en el que se ganó el apodo de «el padre de América» por su papel como el doctor Cliff.

Problemas de insomnio

La fiscal sostuvo que Constand fue drogada y posteriormente violada por Cosby en 2004 en una casa que el cómico posee en Filadelfia. Tenía 30 años y lo había conocido en la Universidad de Temple, donde ella entrenaba a un equipo de baloncesto y él formaba parte del patronato. Según la demandante, tras este encuentro jamás volvió a contactar con el artista, versión que desmontó la defensa asegurando que ambos han mantenido varios «encuentros románticos» y siempre por iniciativa de ella, añadiendo, además, que era Constand quien le pedía pastillas por problemas de estrés e insomnio. La defensa alegó, además, que se trata de un caso difícil de resolver, dado que muchos testigos ya han fallecido.

Por su parte, Cosby se acogió a su derecho a no declarar, aunque la Fiscalía utilizó contra él un interrogatorio anterior al que la agencia Associated Press logró acceder en 2015 y en el que reconocía haber drogado a varias chicas para mantener relaciones con ellas. De las otras 59 mujeres que lo acusan de abusos, el juez solo permitió ayer el testimonio de una, que aseguró que el actor había procedido del mismo modo con ella en 1996. Se prevé que el juez no dicte sentencia hasta pasadas dos semanas.