Elena Furiase

Edmundo Arrocet pide calma a la familia Campos

María Teresa no se tranquiliza con buenas palabras, que contrastan con el cerco que vive en las tertulias televisivas.

María Teresa Campos y sus hijas
María Teresa Campos y sus hijaslarazon

María Teresa no se tranquiliza con buenas palabras, que contrastan con el cerco que vive en las tertulias televisivas.

«T ranquila, tú tranquila. Échatelo a la espalda, no lo tengas en cuenta», pacifica el afectado, cuestionado y acaso mirado con envidiadora lupa. Está tranquilo, es la primera vez que vive un episodio tan desagradable, permanente ataque a su relación sólida a lo largo de los últimos tres años. Pero María Teresa no se tranquiliza con tan buenas palabras opuestas al cerco que les tienden casi en campaña diaria desde las tertulias televisivas donde hasta hay íntimos descalificando. Parece un pim pam pum inacabable, contrapunto a la hasta ahora placidez amorosa. No tenía mayores sobresaltos que las supuestas «novias» que compartiría con María Teresa. El ataque pasó cuando sin pruebas reales se cansaron de incordiar y ahora andan encalabrinados por ser el primer elegido para «Supervivientes». Calificación que dadas las circunstancias le viene al pelo. Kiko Matamoros asegura convencido, y parece que súper informado, que «hay muchas sombras en él». Ya temen su competencia pero nadie da prueba de cuanto largan. Mila es más cautelosa y sólo deja entrever posibles irregularidades sin perjuicio del impecable comportamiento de un Bigote que lo soporta todo pese a lo frágil que es, según me descubrió una de sus íntimas amigas, Mely Camacho. Las apariencias engañan, pero hasta el momento no ha dado motivos para esta continua campaña descalificadora. Es un goteo que también implica a Terelu y Carmen Borrego. De la hija de su madre, sus compañeros han dicho que «observa la marcha y no sabe frenar», aunque ella asegura no tener ninguna relación con Edmundo, el nombre bautismal que al fin se va imponiendo al artístico. Él mantiene el tipo con su ya casi cantinela desconectadora, pero ignora que «el topo» informador quizá está entre sus filas y acabará económicamente forrado.

«Pasa de todo, no te preocupes», le insiste, pero conocido es el fuerte carácter de la Campos, especialmente ante las injusticias aunque no sean propias. Es un despropósito con catálogo de personajes implicados: «Terelu y yo vamos a acabar como el rosario de la aurora», reconoce Mila Ximénez, que es de sus pocas amigas íntimas con la que cenaba un par de noches a la semana. Se encuentra en la encrucijada de elegir entre lo profesional o lo amistoso. Cuesta tomar posiciones aunque sostiene que todo lo tiene muy claro. Conociendo lo sentida y entregada que es resulta admirable esa lucha entre su ser o no ser aún sin las dudas hamletianas. Teresa también sufría el adiós de «¡Qué tiempo tan feliz!» al que llora el respetable, qué les voy a contar. Se despide esta noche tras ocho años llenando el fin de semana, promocionando estrenos y artistas teatrales y siendo pista de lanzamiento, en donde surgieron desde Alejandro Sanz a David Bisbal.

Mientras la vida sigue y otras se ponen las botas, hubo curiosa casualidad de Vicky Martín Berrocal en el anochecer madrileño que aseguró saber hace treinta años que eran padre e hijo: «Me lo contó el mismo Manuel», aseguró. Unidas, aunque guardando distancia por un lanzamiento zapateril, en el caso de la Troconis, compartido con Elena Furiase y Esmeralda Moya. Vicky presentaba diseños propios y en la casa de al lado el trío amadrinaba los diseños de «Alma en Pena», pared con pared con «Válgame Dios», lugar de moda entre el pijerío madrileño. Las propuestas son sofisticadas como Vicky, muy delgada y refiriéndose a El Cordobés Jr. tan de moda porque el 21 de abril vuelve a formar cartel torero con su hermanastro Julio Benítez. Repiten en Palma del Río, lugar natal de El Cordobés original, prueba evidente de que explotan más el sentimentalismo que el arte de Cúchares.

w unidas por los zapatos

«¿Estarás encantada con que tu marido se retire a final de temporada?» –saludé a Troconis de un amarillo vivo nada supersticioso. Realzaba su encanto caraqueño ante los grandes ojos de Esmeralda y bajo el encaje blanco de Elena, quien me anunció que en unos días participará en la reapertura de Port Aventura.

«No, Manolo no piensa retirarse este año y tampoco el que viene», me aclaró la mujer del torero resignada pero entendiendo la resolución de Manuel de mantenerse, ahora que «hermanándose» parece haber encontrado un filón. Imagino que la continuidad del dúo taurino dependerá de los resultados económicos. Los artísticos de esta segunda intentona ya se intuyen conociendo el paño, posibilidades y limitaciones de cada uno. La primera no fue muy allá artísticamente y era una plaza fácil de llenar. Aunque repitiendo a mediados de abril, no entiendo cómo no los aprovechó Sevilla para darle morbo y otro color a su feria siempre tan espectacular. Claro que allí hilan fino y La Maestranza no está al alcance de cualquiera, ni siquiera descendiendo de El Cordobés.