Joyería

El discreto acompañante de la alfombra roja

Después del robo de piezas que joyería Suárez había cedido para los Goya, Chopard explica su propio protocolo de seguridad para casos similares.

Penélope Cruz llevaba anillos y pendientes de Chopard en la gala de los Goya
Penélope Cruz llevaba anillos y pendientes de Chopard en la gala de los Goyalarazon

Después del robo de piezas que joyería Suárez había cedido para los Goya, Chopard explica su propio protocolo de seguridad para casos similares.

Cuando las actrices caminan por las más importantes alfombras rojas –las del festival de Cannes, los Globos de Oro o los Oscar, por ejemplo– van ataviadas con sus mejores galas. Vestidos de grandes firmas, muchos hechos a medida, y espectaculares joyas que completan sus «looks». Pero, aunque no se vea en las fotos, siempre van seguidas muy de cerca de un discreto hombre con corbata. Se trata de un guardaespaldas que, en este caso, no les acompaña para velar sólo por su seguridad sino, principalmente, por la de las valiosas joyas que llevan puestas. Para las marcas de alta joyería, como para las casas de moda, la alfombra roja es un excelente escaparate para sus diseños, por eso prestan para la ocasión sus mejores piezas. Pero, en muchos casos, se trata de joyas que pueden costar decenas de miles de euros, por lo que las marcas no dejan nada al azar y contratan a una persona de seguridad que acompaña al personaje en cuestión durante toda la velada.

Helena Bermúdez de Castro, directora de Comunicación de Chopard para España y Portugal, explica que ése es el protocolo de la «maison» suiza. El más reciente caso es el de las piezas que le prestaron a Penélope Cruz para la gala del cine español el pasado fin de semana. La actriz complementó su vestido negro de Versace con unos pendientes de la colección «Green Carpet» de oro blanco de 18 quilates engastados con diamantes y dos anillos, uno de alta joyería también de oro blanco de 18 quilates engastado con brillantes y un diamante pera de 5 quilates, y otro engastado de diamantes con un zafiro talla oval. Bermúdez explica que «en Chopard tenemos un protocolo de seguridad muy estricto y todas las piezas están aseguradas. En el caso de Penélope, no iba con un guardaespaldas nuestro, sino con el suyo propio. Por la relación tan estrecha que tiene con la marca, hicimos esa excepción. Pero cuando hemos prestado joyas a otras actrices, como Marion Cotillard cuando vino a España, por ejemplo, sí les ponemos un guardaespaldas o guarda joyas». Bermúdez explica que esa persona de seguridad les acompaña durante la gala a la que estén asistiendo y, cuando el intérprete quiere quitarse las joyas, sólo debe entregárselas. «El guardaespaldas se encarga de dejarlas en una caja fuerte. Es muy cómodo para ellos», afirma Bermúdez.

Pero las casas de alta joyería no sólo prestan sus piezas para alfombras rojas, sino también para sesiones de fotos de revistas de moda, como «Vogue» o «Harper’s Bazaar». En estos casos, Chopard también envía a una persona de seguridad que traslada las joyas y está presente en la sesión. Clara Courel, periodista experta en moda, explica que para los «photo shoot» «exijo a todas las marcas con las que trabajo que las joyas estén aseguradas y, cuando son muy valiosas, que la persona de seguridad se quede allí durante toda la sesión. Además, pido que de antemano compruebe que están todas las piezas que vienen reflejadas en el albarán».

Suárez, en silencio

Por su parte, la empresa víctima del robo, la joyería Suárez, declinó ayer hacer ningún tipo de manifestación sobre lo ocurrido. Tampoco ofrecieron una explicación sobre el protocolo de seguridad que siguen en este tipo de eventos o en cualquier otro: «Precisamente por cuestiones de seguridad no vamos a contar en qué consiste», aseguró una portavoz. Según denunció el jefe de producción de la gala en la comisaría del distrito de San Blas (Madrid), faltaban piezas de Suárez que se habían guardado en una de las habitaciones destinadas al vestuario y complementos que iban a utilizar las estrellas. Se trata de unas joyas valoradas en 29.240 euros cuya desaparición se habría producido entre las 22:00 horas del sábado, cuando comenzó la ceremonia, y las 10:00 horas del lunes.

A pesar de que la mañana del lunes agentes de la Policía Nacional de San Blas acudieron al hotel tras la llamada de alerta, el portavoz del mismo aseguró a este diario desconocer el suceso. Sin embargo, ayer el hotel se vio obligado a emitir un comunicado en el que se desvincula de cualquier tipo de responsabilidad sobre lo sucedido. Aseguran en el escrito que fue a las 13:00 horas cuando «el hotel recibe la primera noticia de la existencia de las denominadas joyas en uno de los camerinos. En ningún momento se comunicó al hotel ni a la seguridad del mismo la presencia de las joyas en las instalaciones». Sobre el posible autor, desde el hotel admiten que desde la celebración de la gala hasta el desmontaje del escenario «el tránsito de gente fue elevado».