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«Flower power»: La fiesta jipi no se marchita

El tradicional guateque de Pacha celebró anteanoche su 37 aniversario, el último bajo la dirección de Ricardo Urgell

En el centro, el relaciones públicas Carlos Martorell, junto con invitados a la fiesta celebrada anteayer en Pacha Ibiza
En el centro, el relaciones públicas Carlos Martorell, junto con invitados a la fiesta celebrada anteayer en Pacha Ibizalarazon

El tradicional guateque de Pacha celebró anteanoche su 37 aniversario, el último bajo la dirección de Ricardo Urgell.

Ibiza celebra los 50 años de Pacha con invitados estrella. Álvaro de Marichalar, Ricardo Merhi y Enrique Cerezo figuraron entre los invitados a la «Flower Power» de la mítica discoteca. La actuación estrella corrió a cargo de los Blues Brothers. Este año se cumple el medio siglo de uno de los iconos de la música contemporánea, el disco «Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band» de los emblemáticos The Beatles. Ese mismo año, en 1967, Ricardo Urgell abría las puertas en Sitges de una discoteca sin saber que eso le llevaría a ser uno de los nombres más reconocidos del mundo de la noche. De hecho, no fue hasta que dio el salto a Ibiza cuando Pachá empezó a disfrutar de un reconocimiento planetario.

Multicolor

Anteayer, además de los 50 años de la icónica marca de las cerezas, en la isla se celebraban los 37 de su fiesta más popular: la «Flower Power». Ni David Guetta en Ushuaïa ni Martin Garrix en el nuevo Hï (ambos negocios de la familia Matutes), que coincidían con la fiesta jipi de Pacha, pudieron deslucir una cita que puede presumir de congregar a lo más granado de la noche ibicenca. De hecho, se pudo ver a Álvaro de Marichalar (que aguantó hasta bien entrada la noche), el presidente del Atlético de Madrid, Enrique Cerezo (un enamorado de la isla junto con toda su familia), el piloto Ricardo Merhi, Óscar Martínez y el últimamente desaparecido Pocholo Martínez-Bordiú. Incluso algún desconocido miembro de la lista «Forbes» también se dejó tentar por la lisérgica fiesta multicolor en la que se transforma este espacio, que mezcla lo último del panorama discotequero (dos días antes triunfaba en ese mismo lugar el francés Bob Sinclaire) con los ritmos desenfadados del «verano del amor». Y, cómo no, el relaciones públicas Carlos Martorell y el fotógrafo Toni Riera, dos históricos del lugar, tampoco se lo perdieron.

La actuación más esperada de la noche fue la de The Original Blues Brothers Band (aunque de la original ya solo quedan Steve Cropper y Lou Marini). Enfundados en sus conocidísimos trajes negros y con la mirada oculta tras sus gafas de sol, el grupo neoyorquino, fundado en 1976 por los actores John Belushi y Dan Aykroyd para un «sketch» del popular programa «Saturday Night Live», puso de pie a sus incondicionales (había muchos por allí) tras un concierto donde se recordaron sus temas más populares, entre ellos, el mítico «Everybody needs somebody to love». Después del concierto todo siguió el patrón clásico que lleva acompañando a esta fiesta desde que se comenzara a celebrar hace 37 años: los dioses hindúes se mezclaron con John Lennon o Amy Winehouse (interpretados, claro, por distintos actores mientras la música no dejaba de sonar. Se repartían margaritas y se cantaba al amor libre.

Pero, aunque el público no lo supiera, la fiesta era distinta: Ricardo Urgell ya no es el propietario de Pachá. El conocido empresario de la noche se desprendió de todo a principios de 2017. El propio Urgell reconocía hace unos meses a un medio local que le dolía mucho esta venta, sobre todo, en un momento tan dulce para la compañía. Y es que en los últimos años la marca se ha expandido en la villa con un restaurante, Lío, y un hotel, dos éxitos (sobre todo el gastronómico) que han venido a reforzar el interés por el fondo de capital de riesgo Trilantic por las compañía que fundara Urgell hace 50 años con la simple idea de ayudar en casa y pasárselo bien.