La Fiscalía podría pedir dos años de cárcel para Shakira

La intérprete colombiana será investigada por un presunto delito de evasión fiscal durante los años en que no residía oficialmente en España.

Shakira no ha podido hacer borrón y cuenta nueva. El año pasado fue tumultuoso para la cantante –tuvo que cancelar su primera gira en seis años y se enfrentó a rumores de crisis con su pareja– y este no parece traer buenas nuevas. Todo lo contrario. La Agencia Tributaria ha enviado a la Fiscalía una denuncia en su contra por presunto delito de evasión fiscal, según publica «La Vanguardia» y ha confirmado la firma que asesora a la cantante, Price Waterhouse Cooper. La denuncia se refiere a los años comprendidos entre 2011 y 2014, época durante la que Hacienda considera que la colombiana debía haber declarado impuestos en España, ya que residía en el país. Sin embargo, aunque Shakira formalizó su relación con Gerard Piqué en 2011, no estableció aquí su residencia fiscal hasta 2015. De hecho, sus asesores han afirmado que previo a esa fecha ella no pasaba en España los 183 días al año que establece la legislación como criterio para definir si un contribuyente es considerado residente.

Sin embargo, Hacienda insiste en que Shakira debería haber tributado durante los cuatro años investigados el impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF) por sus ingresos generados en todo el mundo (que representan la gran mayoría) y no solo por aquellos obtenidos en España (donde no tiene a su nombre ninguna propiedad ni negocio). La fortuna de la cantante está valorada en alrededor de 220 millones de euros, por lo que el monto presuntamente defraudado ascendería a decenas de millones. Según Hacienda, la evasión del pago de impuestos podría constituir un delito por el que la Fiscalía podría pedir hasta dos años de cárcel.

En todo caso, de acuerdo con el diario catalán, el entorno de la intérprete afirma que se trata simplemente de una diferencia de criterio con Hacienda, ya que ella siempre ha pagado sus impuestos correctamente. Personas cercanas a Shakira consultadas por este diario hace unos meses cuando se vio implicada en los «papeles del paraíso» también afirmaron que «lo tiene todo en regla». La colombiana figura entre los papeles como gestora de 31,6 millones de euros de dos sociedades, una ubicada en Malta y otra en Luxemburgo, ambos paraísos fiscales. Además, en los registros de dichas sociedades aparece como residente de Bahamas.

La decisión de Hacienda suma preocupaciones a una Shakira ya abrumada por los problemas en el ámbito profesional y en el amoroso. Ni ella ni Piqué, con quien tiene dos hijos pero no está casada, han hablado de su relación públicamente –y parecen estar usando las redes sociales para acallar rumores de crisis–, pero lo cierto es que las informaciones al respecto no cesan, con algunos medios apuntando a celos por la amistad del futbolista con su ex, Núria Tomás.

Estrés añadido

Por otra parte, la hemorragia en las cuerdas vocales por la que canceló su gira «El Dorado World Tour» implica que debe pasar por un proceso de rehabilitación antes de volver a los escenarios. Según expertos consultados por este medio, dicha dolencia puede ser resultado no solo de forzar la voz, sino también del estrés, que se agravará frente a la denuncia de Hacienda. «La laringe es un esfínter y, como tal, tiene una función protectora. El estrés, la incertidumbre, la ansiedad, provocan que se cierre, facilitando el modo esfinteriano; al cerrarse crea tensión y afecta en última instancia a las cuerdas vocales», explica Fernando García Escudero, director de Vocal-Coach2.0 y especialista en patologías y rehabilitación de la voz.

¿Seguirá los pasos de Piqué?

En este momento difícil, sin duda Shakira pedirá consejo a su pareja, que ya en 2015 se enfrentó a una investigación de Hacienda. Entonces, a Gerard Piqué se le reclamaron 2,45 millones de euros por impago de impuestos entre 2007 y 2010. Sin embargo, el defensa del Barcelona se negó a pagar la multa, la cual calificó de injusta, y prefirió llevar el caso a tribunales. En esta oportunidad, el presunto delito de evasión fiscal no estaba relacionado con la residencia de Piqué, sino con la nueva normativa de la Agencia Tributaria al analizar el derecho de imagen de los jugadores de fútbol, un criterio que también implicó multas para Iker Casillas y David Villa, entre otros. Ambos aceptaron pagar los montos exigidos (superiores a los dos millones, en ambos casos), una decisión que habría enojado a Piqué y a otros integrantes del equipo catalán.