Leonor, el primer retrato de una princesa «millenial»

Junto con las herederas de Holanda, Noruega, Bélgica y Suecia, la Princesa de Asturias convertirá la vieja Europa en un continente representado mayoritariamente por mujeres.

No fueron pocos los que el pasado 12 de octubre volvieron a poner sobre la mesa la cuestión del perfil público que, acercándose ya a la adolescencia, debería tener la futura reina de España. En un segundo plano, junto a su hermana, Leonor vivió bajo la atenta mirada de su madre el día de la Fiesta Nacional, una de sus tres únicas apariciones públicas oficiales al año (junto con el posado de Marivent y la Misa del Domingo de Gloria en la catedral de Palma). Aquel día, mientras muchos se pronunciaban a favor de un mayor protagonismo de la Princesa, nadie se imaginaba que el vestido que lucía, un rojo Carolina Herrera, sería con el que minutos después, una vez concluido el desfile en la Castellana, se desplazaría hasta el Palacio Real para que le realizaran su primer retrato oficial e institucional en solitario.

La Casa Real, sin embargo, no difundió la imagen hasta ayer, coincidiendo con que la joven cumplía 12 años. Se trata de un acto que no ha tardado en interpretarse como un punto de inflexión en lo que ha venido siendo la vida pública de la Princesa de Asturias. Así, parece tomar fuerza la teoría de que, como su padre, que lo hizo a los 13 años, Leonor acudirá el año que viene por primera vez a los premios que llevan su nombre para pronunciar su primer discurso público. Allí se espera ver a una heredera que irá asumiendo las funciones que le corresponden como miembro de la Familia Real. Un proceso que Doña Letizia desea que sea gradual, sin prisas, pues su voluntad es que su hija ultime su infancia de la manera más normal posible, como sus compañeros de colegio, que, según ha podido saber LA RAZÓN, acudieron este fin de semana a Zarzuela para festejar con ella su cumpleaños.

De lo que no cabe duda es de que la Reina sigue muy de cerca los pasos de su primogénita. Su opinión importará, y mucho, como lo vaticina precisamente el retrato difundido ayer, en el que la Princesa viste el color favorito de Doña Letizia, el rojo. De acuerdo con algunos, esta actitud «sobreprotectora» de la Reina distancia a su hija del perfil de sus homólogas europeas: Amalia de Holanda, Ingrid de Noruega y Elisabeth de Bélgica están más acostumbradas desde pequeñas a las cámaras. Sin embargo, a todas, de edades parecidas, les une algo más importante: pertenecen a la generación de mujeres que en pocas décadas (Estela de Suecia, de cinco años, se unirá después de su madre, Victoria) tomarán las riendas de Europa, ya que se espera que se conviertan en jefas de Estado de sus respectivos países. De este modo, al menos cinco de las actuales ocho casas reinantes europeas estarán encabezadas por mujeres.

Hablar el mismo idioma

Leonor hará buenas migas con Amalia, no solo porque les une el idioma (la hija de la reina Máxima habla español), sino porque, a sus 13 años, la holandesa es una apasionada de la moda de nuestro país, siendo Zara una de las firmas básicas en su armario. Desde pequeña está acostumbrada a cumplir con frecuentes apariciones públicas, que, sin embargo, le cuestan continuos comentarios despectivos sobre su físico, con titulares como «la princesa con sobrepeso». Pese a ello, es una de las herederas más deportistas: va en bici al colegio y practica hockey, judo y ballet.

Otra joven ya habituada a las cámaras es la heredera noruega. Ingrid Alexandra tiene 13 años, aunque con 10 ya asistía a actos oficiales junto a su abuelo, el rey Harald, daba discursos en público e incluso ha concedido junto a su padre una entrevista en televisión. Dada la estrecha amistad que une a sus abuelos con los Reyes Eméritos españoles, se espera que Ingrid (ahijada, además, de Don Felipe) haga lo propio con Leonor y que, al igual que aquellos, compartan pasión por la vela en Palma. Otra heredera que seguramente estrechará lazos con España es la primogénita de los soberanos belgas, no solo porque su tía abuela, la reina Fabiola, era española, sino también porque la cordobesa Victoria Ortiz, novia de su primo Joaquín, está impregnando la corte belga de la gracia andaluza. A punto de cumplir 16 años, es una chica madura y que marca tendencia, como lo hizo el pasado 21 de julio en la fiesta nacional de Bélgica, a cuyos actos asistió con un vestido rosa púrpura que eclipsó al de su madre y que combinó con unos tacones, que demuestran que ya no es una niña. De sus homólogas, se espera que sea la primera en reinar y, como aficionada a la pintura, piensa decorar las paredes del castillo de Laeken con sus retratos.