Casas reales

Los remordimientos de Guillermo y Enrique

Los hijos de la princesa hablan en un documental que se estrena hoy sobre una llamada de su madre el día antes de su muerte: «Si lo hubiera sabido no me habría comportado con tanta indiferencia», afirman.

Lady Di junto a Guillermo y embarazada de Enrique
Lady Di junto a Guillermo y embarazada de Enriquelarazon

Los hijos de la princesa hablan en un documental que se estrena hoy sobre una llamada de su madre el día antes de su muerte: «Si lo hubiera sabido no me habría comportado con tanta indiferencia», afirman.

Murió cuando tenía 36 años, uno más de los que tiene ahora su hijo mayor, el príncipe Guillermo. Tanto él como su hermano Enrique han decidido formar parte de las decenas de homenajes que se han hecho y harán este año para conmemorar dos décadas de la muerte de Lady Di. El más reciente es el documental «Diana, nuestra madre: su vida y legado», que se estrena esta noche y en el que ambos se sientan frente a los álbumes de fotos familiares y recuerdan anécdotas de la princesa. Aunque muchas de ellas son divertidas – sus hijos hacen hincapié en lo bromista que era–, también reflexionan sobre los últimos momentos que pasaron con ella, especialmente una llamada de teléfono que les hizo desde París el día antes de morir. Guillermo y Enrique, entonces de 15 y 12 años respectivamente, estaban en Balmoral con sus primos cuando ella les llamó a saludarles. Al día siguiente volvería a Reino Unido para reencontrarse con ellos. «Creo que teníamos prisa por decir “adiós”, “hasta luego”, “ya nos vamos”. Si hubiera sabido lo que iba a ocurrir no me habría comportado con tanta indiferencia. Conservo esa llamada en el recuerdo con pesadumbre», explica el duque de Cambridge en el documental.

Como un terremoto

Su hermano, que este año ha concedido un par de entrevistas en las que por primera vez habla sobre cómo le afectó la pérdida de su madre, afirma que comparte ese sentimiento de remordimiento. «Recuerdo haberme arrepentido de lo corta que fue la conversación. Si hubiera sabido que sería la última vez que hablaría con ella... las cosas que le habría dicho. Pensarlo ahora resulta increíblemente difícil, y tendré que convivir con eso el resto de mi vida», confiesa Enrique. Reflejando los sentimientos de su hermano, apunta también «lo distinta que hubiera sido esa conversación si hubiera tenido si quiera la más mínima idea de que la vida le sería arrebatada esa noche». La mañana siguiente a la llamada desde París, el 30 de agosto de 1997, el príncipe Carlos les dio la terrible noticia, que Guillermo recibió «como si un terremoto atravesara nuestro hogar».

Las entrevistas que forman parte del documental, dirigido por Ashley Gething, se hicieron en el Palacio de Kensington, donde ambos viven y conservan recuerdos de su madre. Como explicó Guillermo: «Tenemos muchas fotos suyas en casa y siempre le hablamos a los niños de ella». Se refiere a sus hijos Jorge y Carlota de Cambridge, de 4 y 2 años respectivamente, a los que dice que recuerda constantemente que tuvieron otra abuela, a la que llama «Granny Diana». «Sería una abuela de pesadilla. Adoraría a los niños, pero seguro que vendría a la hora del baño, armaría una escena espectacular con espuma y agua por todas partes y luego sencillamente se iría», dice el duque con una sonrisa. Y es que ambos hermanos tienen una imagen de su madre como una mujer muy juguetona, a la que le gustaba gastar bromas y reír a todo volumen. El primogénito recuerda especialmente un peculiar regalo de cumpleaños que Diana le hizo. «Organizó todo para que cuando yo llegara del colegio Cindy Crawford, Christy Turlington y Naomi Campbell estuvieran en lo alto de las escaleras de casa. Yo era un chico de doce o trece años que tenía pósters de ellas en las paredes. Me puse muy rojo y no supe bien qué decir, creo que casi me caigo por las escaleras. Estaba completa y totalmente pasmado. Es un recuerdo muy gracioso que todavía guardo», cuenta Guillermo. Enrique subraya que el carácter de su madre era desenfadado: «Su lema era: “Puedes ser tan travieso como quieras, pero no te dejes pillar”». Ambos afirman que han decidido hablar sobre ella en esta ocasión «para recordarle a la gente la persona que fue y cómo era como madre –su cariño, su sentido del humor–, lo que hasta ahora no se ha transmitido».