Sue Townsend, la otra amante del Príncipe Carlos

En abril verá la luz una nueva biografía del heredero británico que revela que el príncipe mantuvo tres relaciones a la vez en los últimos meses de su matrimonio con Lady Di: con Camilla y con la «versión mejorada» de ésta

No corren buenos tiempos –mediáticamente hablando– para la corte inglesa. La delicada salud de la reina Isabel y la consiguiente reestructuración de responsabilidades (que afecta a los duques de Cambridge), así como la reciente confirmación de la relación entre el príncipe Harry y Meghan Markle, entre otros asuntos, han provocado que durante los últimos meses la familia Windsor ocupe cientos de páginas y portadas en todo el mundo. Demasiado trabajo para los gabinetes de comunicación de Buckingham Palace y Clarence House, donde la entrada en el nuevo año no será más sencilla que la salida del anterior. Apaciguados los ánimos convulsos ante una posible abdicación de la reina en Carlos, ahora es éste quien se postula como nuevo protagonista de la casa tras la filtración de parte del contenido del último libro que aborda su no falta de polémica vida.

Como primera biografía autorizada –tal y como la autora ha explicado–, el texto trata de mostrar la faceta humana del heredero más longevo al trono británico, arrojando luz sobre aspectos aún sin terminar de esclarecer de la vida del príncipe, como la trágica muerte de Diana o su matrimonio con Camilla Parker-Bowles. Ambiciones, inseguridades y convicciones; todo un retrato del hombre que durante más de seis décadas se ha mantenido a la sombra del cargo que ostenta su madre, a la espera de que llegue algún día su turno de reinar. Sesenta y ocho años en los que, al parecer, ha imperado el corazón ante la razón y durante los cuales, más que su preparación, han sido protagonistas los detalles y entresijos de su ajetreada vida sentimental porque sus relaciones amorosas nunca han sido un asunto que, a pesar de sus esfuerzos, haya conseguido llevar con especial discreción. Y, en esta ocasión, no iba a ser diferente.

Según revela Sally Bedell Smith en su nueva obra, «El príncipe Carlos: Pasiones y paradojas de una vida improbable» (ya escribió una biografía sobre Isabel con motivo de su Jubileo de Diamante), habría sumado una amante más a su lista de conquistas. Conocido por su carácter cercano y sus habilidades seductoras, Carlos de Windsor robó el corazón de una joven amiga de la familia conectada además con sus empresas, en concreto, con Duchy Originals, la línea de comida orgánica que el príncipe fundó en 1992 y de la que ella llevaba las ventas por un sueldo de 120.000 libras al año. La estrecha relación laboral entre ambos durante este periodo, cuando aún estaba casado con la madre de sus hijos, acabó en un romance, según explica la autora del polémico texto que verá la luz en abril de este mismo año.

Cuatro años de investigación y cientos de entrevistas con funcionarios de palacio, ex novias, gurús espirituales y personajes de todo tipo del entorno más cercano a Carlos la habrían llevado a destapar esta relación, desconocida hasta ahora, con Sue Townsend, alejada siempre de la atención pública y de la que por el momento sólo se sabe que es cofundadora de la conocida marca de jabones Crabtree & Evelyn. Ha sido descrita por la Prensa británica como «una versión mejorada» de la duquesa de Cornualles, «más joven y guapa que Camilla», según estos mismos medios. Su melena rubia despeinada –al más puro estilo de Lady Di– y su aún incipiente pero ambiciosa carrera empresarial despertaron el interés de Carlos mientras aún estaba casado con la princesa Diana. Como se extrae del libro, Townsend disfrutó de una relación «estrecha» con Carlos en los meses previos a su separación matrimonial, en 1996. Momento en el que también se ha fijado el comienzo de su relación con Camilla, por lo que habría mantenido tres relaciones a la vez sin que, al parecer, ninguna de las implicadas conociese los detalles de sus romances. Según la obra, la relación con Townsend terminó días después de la muerte de Diana, en agosto de 1997, cuando la empresaria propuso cerrar la tienda de Duchy Originals una semana como señal de respeto. El príncipe no quiso hacerlo y esa discusión los separaría. Townsend se mudó a Italia, donde fundó otra línea de jabones llamada Ortigia.

La autora, ávida de relatar esta historia con la mayor objetividad posible, contactó con Townsend para contrastar la aún desconocida relación. Ésta, conocedora de la trascendencia que tendrían sus palabras, lejos de desmentir la información recabada, declaró: «No me importa si usted escribe que sí, éramos cercanos, pero fue hace mucho tiempo». Tan cercanos que fue presentada a la hermana de Carlos, la princesa Ana, disfrutó de viajes en su Aston Martin y lo acompañó de vacaciones. Sus declaraciones no han dejado indiferente a nadie y han caído como un jarro de agua fría en Clarence House. Camilla se siente traicionada porque ya soportó la vergüenza del romance de Carlos con Barbra Streisand y su idilio secreto con Catherine Zeta-Jones. Según «Radar Online», que cita a una persona conocedora del asunto, Camilla le gritó: «¿Cómo pudiste engañarme y humillarme en público?», y le lanzó una estatuilla a la cabeza.

Multitud de rumores

Aunque desde su juventud las idas y venidas sentimentales supusieron un tema recurrente en la Prensa, la persecución mediática se agravó tras el fracaso de su matrimonio con Diana, cuando tuvieron lugar estos hechos, y por ello, asombra aún más que no trascendieran entonces. La multitud de rumores que hablaban de relaciones extra matrimoniales por parte de ambos, sobre todo la que unía al hijo de Isabel II con Camilla, que en 2005 se convertiría en su esposa de pleno derecho, fueron la obsesión de los medios. Especulaciones que en mayor o menor medida se confirmaron o desmintieron, pero de las que aún quedaban claroscuros, ya que, tal y como se desvela en esta biografía, no todos sus escarceos salieron a la luz en la época en la que tuvieron lugar y no todos los detalles que trascendieron terminaron de explicar cómo vivió estas situaciones el que aún hoy se prepara para asumir algún día la responsabilidad y el cargo de rey de Inglaterra.

El otro amante Townsend de la familia real

El príncipe Carlos no fue el primero de la familia real británica en escoger como amante a una persona con este apellido. La princesa Margarita, hermana de Isabel II, estaba enamorada en su juventud del capitán Peter Townsend (en la imagen), asesor de confianza de su padre. Su romance imposible –él era divorciado y casi 20 años mayor que ella– se mantuvo a escondidas durante meses. A pesar del compromiso de Isabel de ayudar a su hermana con sus planes de boda, la reina madre y toda la corte confabularon para que esta unión jamás se produjera. Margarita intentó cumplir las condiciones que le exigieron, entre ellas, la Ley de Matrimonios Reales, para lo cual él fue exilado a Bruselas. La princesa terminó rompiendo su compromiso con el capitán y se casó en 1960 con el fotógrafo Antony Armstrong-Jones, Lord Snowdon, que falleció ayer. Una historia que, al igual que la de Sue, no terminó con final feliz para Townsend.