Moda

Y Veruschka se fue de safari con Yves Saint Laurent

La modelo Vera Gräfin von Lehndorff-Steinort, conocida como Veruschka, en la conocida foto para Yves Saint Laurent
La modelo Vera Gräfin von Lehndorff-Steinort, conocida como Veruschka, en la conocida foto para Yves Saint Laurentlarazon

El año 1967 no tiene la foto de 1963, ese asesinato de Kennedy recorriendo Dallas en un Lincoln Continental descapotable junto a una adorable Jackie en traje de chaqueta rosa de Chanel, o de 1969, cuando el hombre pone su pie en la luna. «Un pequeño paso para el hombre pero un gran paso para la humanidad», como repitió extasiado Jesús Hermida en nuestra televisión nacional en blanco y negro, pero también tiene su foto. No es tampoco la deseada imagen del acta de fundación del movimiento «hippie» en una concentración en San Francisco que pertenece al año anterior. Pero tiene su foto, ya lo creo que la tiene. Una joven delgada, rubia, con gorro blanco, jean y camisa de rayas horizontales blancas y azules –deliciosa metáfora a la America’s Navy que hoy firmaría encantado Tommy Hilfiger– ofrece una flor roja a un militar con cara de pocos amigos al final de una manifestación contra la guerra de Vietnam, tomada ante el cementerio nacional de Arlington en el Estado de Virginia. No confundir con ese hito de foto-periodismo publicado por Marc Riboud y titulado «Muchacha ofreciendo una flor a los soldados», donde una joven de 17 años, Jan Rose Kasmir, ofrece una flor a soldados con bayoneta ante el Capitolio de Washington. Ni esa otra, precisamente titulada «The Power Flower», por su autor Bernie Boston, cuando la envía al «Washington Star», en la que un joven coloca una flor en el fusil de uno de los 2.500 guardias nacionales que impidieron, el 21 de octubre de 1967, su manifestación pacifista contra la guerra de Vietnam ante el Pentágono. El 67, ni siquiera es el año en el que el poeta Allen Ginsberg inventa la palabra, pero al menos es el año en el que Donovan es nombrado príncipe del «Flower Power». Algo es algo.

Beatles y Pekenikes

1967 tampoco fue el del festival de Woodstock, donde 400.000 personas disfrutaron durante tres días de agosto del año siguiente, de un festival de música mítico, pero sí cuenta en su haber con el lanzamiento de «Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band» de los Beatles, el 26 de mayo de 1967. Su portada y sus temas musicales le dieron un giro de 180 grados a la música y quizá también a la moda. Tal vez sea este el momento de rendir un sencillo homenaje a la importancia que para la moda tuvieron los lideres musicales, precisamente en el escenario privilegiado de esta década. Probablemente antes los musicales de Broadway, los cantantes de ópera y algún músico del jazz, del blues o del rock, estoy pensando en Elvis Presley, impusiesen su estilo entre su legión de jóvenes fans, pero esta portada merece un tributo especial. La moda de los rastrillos en el Covent Garden, verdadero epicentro del revival de la época victoriana, tenía su respaldo definitivo con esta imagen del ya entonces cuarteto de músicos más famosos del mundo. ¿Cuántos cantantes de todas las naciones de este mundo se subieron a partir de esa portada a un escenario disfrazados de caballeros ingleses del siglo XVIII? Para empezar y, si la memoria no me falla, quiero recordar entre nosotros a los Bravos y a los Pekenikes vestidos de fantasmas de otro tiempo. Casacas de terciopelo y camisas con chorreras en cuellos y puños.

1967 ni siquiera es el año que Balenciaga realiza el uniforme de las azafatas de Air France y decide que se retira cerrando sus casas de París, Madrid y San Sebastián. Pero, ¡ah sorpresas donde la haya! 1967 es el año de la colección «African & Safari» de Yves Saint Lauren, una de las colecciones más importantes del diseñador, que para su colección de alta costura eligió la sensualidad, el color y el elegante salvajismo del África negra. Precisamente de esa colección es la prenda que la condesa Veruschka Gräfin von Lehndorff, una de las modelos más extraordinarias del siglo XX, inmortalizaría en el retrato que Franco Rubartelli le haría para el «Vogue» americano de mayo del año siguiente Esa es nuestra foto. La tengo. ¡Eureka!