Diseño

A nadar que hay que limpiar

Se habla mucho de la tecnología en bañadores de deporte, pero, ¿hay vida más allá de las piscinas olímpicas? Los científicos ya buscan diseños que, además de resultar atractivos, cuiden el medio ambiente

El bañador «SpongeSuit» absorbe elementos tóxicos que contenga el agua
El bañador «SpongeSuit» absorbe elementos tóxicos que contenga el agualarazon

Se habla mucho de la tecnología en bañadores de deporte, pero, ¿hay vida más allá de las piscinas olímpicas? Los científicos ya buscan diseños que, además de resultar atractivos, cuiden el medio ambiente

La gran Mireia Belmonte ha colaborado con Speedo y, junto a otros 330 de élite, la mayoría medallistas olímpicos, para diseñar el bañador «Fastskin LZR Racer X», que muchos de ellos han llevado en las recientes competiciones. El diseño del «LZR Racer X» combina cuatro componentes cruciales: compresión, construcción, sensibilidad y apoyo, juntos crean una sensación psicológica de ser rápido, lo que contribuye a mejorar el rendimiento. Pero estos avances sólo involucran a los deportistas más encumbrados. Los que aspiramos al oro en las categorías «Chapuzón veraniego» y «Dios, que fría está el agua», nos sentimos a menudo fuera de estos logros de la tecnología. Por ello, Speedo está trabajando en innovar los resultados competitivos, pero también en salvar al planeta. De acuerdo con la Surfrider Foundation, apenas 72 horas después de una gran tormenta, un cóctel de elementos tóxicos de tierra adentro, pesticidas, herbicidas y aguas contaminadas, llega a los mares y océanos afectando a toda la vida marina y a los veraneantes ocasionales. Pero, ¿Qué ocurriría si pudiéramos hacer un cambio en esto?

Un equipo de ingenieros de la Universidad de California han desarrollado junto a la firma Eray/Carbajo un bañador que absorbe el 25 por ciento de su peso en elementos tóxicos, el «SpongeSuit». Confeccionado a partir de un tipo de azúcar, repele el agua y se queda con los elementos tóxicos. El bañador puede ser utilizado unas 20 veces hasta perder su capacidad de absorción y no representa ningún problema el peso que suma, ya que se está hablando de gramos. Entonces hay que calentarlo a 1.000ºC para que las recupere. Con esto en mente, los científicos de la Universidad de California han creado unas almohadillas que reemplazan el tejido absorbente, ya que no todos tenemos a mano un dispositivo para calentar tejidos a esa temperatura. Por ahora, sólo está disponible en el modelo bikini, realizado con una impresora 3D.

El equipo que lo desarrolló planea diseñar nuevos modelos y extenderlo a bañadores para hombres y también a trajes de surf y buceo, tablas para deportes marinos y en un futuro el material formaría parte de la arquitectura naval con lo que su impacto se ampliaría. Su precio es muy reducido ya que el material principal es azúcar, explica Chelsea Rochman, una de las responsables del avance, al igual que las almohadillas de reemplazo. Y, aunque asegura que no sabe cuántos bañadores se precisarían para dejar limpio el Mediterráneo, teniendo en cuenta que la mayor parte de la contaminación está en la costa, «cualquier pequeña ayuda sirve para cambiar la salud de los océanos».