Televisión

Louis C.K.: Tres décadas a carcajadas

Además de ser una estrella de la televisión ha participado en películas de Hollywood

Louis C.K.
Louis C.K.larazon

Además de ser una estrella de la televisión ha participado en películas de Hollywood

El «stand-up» norteamericano, eso que tanto se parece a los monólogos cómicos patrios, pero que no acaba de serlo, dio sus primeros pasos a mediados del siglo XIX, cuando el escritor Mark Twain pronunció unos discursos cómicos plagados de anécdotas personales, reflexiones sobre la sociedad y mucha ironía. Desde entonces, han pasado muchas cosas en la escena cómica americana, pero el género está hoy más de moda que nunca. Y uno de los culpables de este fervor cómico es Louis C.K, conocido en el panorama televisivo por ser el creador, director, montador y protagonista de la serie del canal Fx, «Louie».

En la tarea de resultar gracioso desde los noventa, en los últimos tiempos el cómico pelirrojo ha abierto nuevas puertas a la comedia en vivo. Con su cuarto programa especial «Live at the Beacon Theatre» Louis se convirtió en un pionero en el consumo directo de comedia, cobrando cinco euros por cada descarga de su espectáculo. A pesar de que superó el millón de dólares de recaudación en veinte días, no se trataba de una cuestión económica, sino más bien de la necesidad de tener el control creativo de sus monólogos, por muy malhablados o soeces que resulten. Esto último no es un defecto, sino simplemente la cualidad de llamar a las cosas por su nombre cuando se intenta estimular al espectador.

Aunque nació en Washington, Louis vivió en Ciudad de México hasta los siete años, y el primer idioma en el que se expresó fue el español. Ahora poco queda de la lengua que que aprendieron sus abuelos en la capital azteca cuando emigraron desde Hungría, e incluso el apellido original, Szekely, se ha visto reducido por los rigores de la pronunciación. Cuando tenía diez años sus padres se separaron y se mudó junto a su madre y sus tres hermanas a la localidad de Newton, en Massachusetts. Y fue entonces cuando supo a qué quería dedicarse. Su madre era una consumidora habitual de televisión, «mala » según el comediante, y fue eso lo que le llevó a pensar que tenía que trabajar en el medio para crear programas mejores.

En 1993, casi una década después de estrenarse en la noche de micro abierto de Boston con la que arrancó su carrera, Louis comenzó a trabajar como guionista y actor en uno de los programas nocturnos de la época, «Late Night with Conan O’Brien». A este le seguirían el programa de David Letterman y el «show» de Chris Rock, pero tal y como confesó en una entrevista a «The Hollywood Reporter», no tuvo éxito en la audición del «Saturday Night Live», la máxima aspiración de todo comediante. Curiosamente desde 2012, el actor ha acudido en tres ocasiones como artista invitado al programa, y en todas ellas ha sido nominado al Emmy en la categoría de mejor actor invitado de comedia.

Pero no sólo sus colegas de profesión son capaces de ver la brillantez y profesionalidad de un hombre que lleva tres décadas tratando de hacer reír a la audiencia. En 2013 participó en la película de Woody Allen «Blue Jasmine», y fue secundario en la alabada «La Gran Estafa Americana». En noviembre podremos ver su registro dramático en la biografía del guionista de Hollywood Dalton Trumbo. Que por cierto estará interpretado por otro grande de la televisión, Bryan Cranston.

- Lo mejor

Que siempre encuentra la forma de llegar a sus seguidores, cuente o no con el interés de una cadena de televisión. A pesar de la fama que le ha dado su serie, Louis no ha dejado de lado la comedia en vivo y acostumbra a subirse a un escenario frecuentemente.

- Lo peor

En ocasiones puede resultar demasiado explícito y escatológico. Pero no esos momentos no son más incómodos para el espectador que cuando habla de la soledad, la estupidez del ser humano o la tirantía de la paternidad. Porque la comedia no consiste sólo en hacer reír, sino también en hacer pensar.