Televisión

«The Knick»: De «matasanos» a doctores

Los nuevos episodios son menos «Owen-céntricos» para dar más peso a los secundarios

«The Knick»: De «matasanos» a doctores
«The Knick»: De «matasanos» a doctoreslarazon

Los nuevos episodios son menos «Owen-céntricos» para dar más peso a los secundarios

Hay producciones televisivas que además de llegar a la pantalla para proveer de contenido la cadena o lograr el aplauso de la crítica, están hechas para que el espectador pueda revivir algunos de los grandes momentos de la Humanidad. Ya sea en una contienda bélica, en el alumbramiento de un anuncio brillante o en la recreación de algún acontecimiento político relevante; las series que se preocupan por una buena ambientación histórica, y unos personajes más o menos reales, ayudan al espectador a saber más sobre la época en cuestión. Y uno de los ejemplos más evidentes de la parrilla televisiva actual es la producción de Steven Soderbergh, «The Knick».

Ambientada en el Nueva York de principios del siglo XX, la serie de Cinemax, filial de HBO, se centra en el día a día del doctor John Thackery, médico en el hospital Knickerbocker. Interpretado por el actor inglés Clive Owen, el personaje de Thackery está inspirado en William S. Halsted, un cirujano neoyorquino que fue pionero en la utilización de métodos aplicados para la conservación de la esterilidad del instrumental y la vestimenta quirúrgica. Halsted también aportó importantes avances en el campo de las técnicas quirúrgicas, determinantes para el desarrollo de la cirugía moderna, y fue el primero que introdujo en los quirófanos los guantes de goma.

Thackery vive dedicado por entero a su profesión, y además de ocuparse de sus pacientes, se preocupa por mejorar y descubrir nuevos procedimientos que alarguen la vida de los convalecientes. Para ello, el doctor inventará su propio instrumental quirúrgico o comprará cadáveres con los que estudiará el funcionamiento del cuerpo humano. Pero «The Knick» no es sólo cosa del brillante cirujano, y a su alrededor vemos cómo se desarrollan apasionantes historias que, de forma más o menos ajustada a la realidad, conformaron los avances médicos del siglo XX. Estos progresos estaban propiciados por los cambios que la medicina experimentó en campos como la anestesia algunos años antes.

Tras una primera temporada tan sorprendente como atractiva, «The Knick» regresará este otoño con diez nuevos episodios de los que poco se sabe. Cliff Martínez, compositor de la anacrónica banda sonora que acompaña a la serie, explicó recientemente en una entrevista a «Hit Fix» que la segunda entrega será similar a la primera, con sus adicciones y sus cirugías y «el tema de la integración masiva en el cambio de siglo, la innovación tecnológica, el racismo, el machismo». El músico también comentó que los nuevos episodios le parecen menos «Clive Owen-céntricos» y otros personajes tienen más protagonismo en la historia. Respecto a las novedades en su trabajo, Martinez explicó que Soderbergh le dijo que el tono de la serie sería más oscuro.

Sin más pistas sobre los próximos capítulos, lo que es seguro es que la serie regresará con muchas incógnitas por resolver. ¿Será capaz Thackery de completar el tratamiento de sus adicciónes? ¿Cederá el Dr. Chickering a las presiones de su presuntuoso padre? ¿Se conformará la moderna Cornelia Robertson con lo que la sociedad establece que es propio de su estatus? Y la enfermera Elkins, ¿a cúal de los dos cirujanos elegirá para mantener una relación? ¿Al enamorado Bertie o al sexual John? Pero aún hay una incóginita más importante. ¿Podrá el Knickerbocker sobrevivir a los problemas económicos derivados de la irresponsable gestión de Herman Barrow?

- Lo mejor

Además de su fotografía, la historia o unos personajes avalados por buenas interpretaciones, el principal valor de «The Knick» es su capacidad didáctica, que permite al espectador conocer los complicados inicios de la medicina moderna, en contraste con la avanzada situación de la que disponemos hoy en día.

- Lo peor

A pesar de que la serie está nominada en cinco categorías en los próximos premios Emmy, entre ellos a la Mejor Dirección Dramática, la Academia no creyó procedente reconocer el trabajo de Clive Owen. Esperemos que en la próxima temporada Owen les ayude visualizar el error cometido.