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La red gobal... ¡por fin!

La llegada de la eSIM consiguió darle un giro completo al «roaming», reduciendo los costes notablemente y aumentando la calidad del servicio

Un smartphone en red ante la Puerta de Brandenburgo de Berlín
Un smartphone en red ante la Puerta de Brandenburgo de Berlínlarazon

La llegada de la eSIM consiguió darle un giro completo al «roaming», reduciendo los costes notablemente y aumentando la calidad del servicio

Una imagen que se ha perdido hace varios años es la de la llegada a un nuevo destino turístico y, apenas aterrizados, comenzaba una leve angustia mientras el teléfono móvil se activaba y buscaba una nueva red. La tarea podía tardar algunos minutos y a veces horas hasta que el servicio de «roaming» se llevaba a a cabo y podíamos hablar o recibir mensajes desde otros países, en ocasiones a un precio desorbitado. La llegada de la eSIM, la tarjeta SIM electrónica cambió todo esto. Aunque Apple ya había iniciado la revolución incorporando una tarjeta en sus iPad Air 2 y iPad Mini 3, en 2016 la compañía de California y Samsung lanzaron sus modelos iPhone 7 y Galaxy Note 5 con eSIM.

Desde ese momento los usuarios pudimos cambiar de operador fácilmente, aún en el extranjero, activando el uso de tarifas locales y dándole un adiós definitivo al roaming. Los costes se redujeron notablemente, mientras la calidad del servicio aumentaba. Pero no sólo el usuario se vio directamente beneficiado. Los fabricantes de smartphones pudieron, finalmente, evitar un engorro de ingeniería y diseño como era aquel trozo de cartón con un microchip. Hasta 2015, las empresas debían garantizar en sus modelos no sólo una ranura para colocar la SIM tradicional, también que esta fuera accesible para que su propietario pudiera abrirla cuando quisiera cambiar de operador. La eSIM, que no precisa ninguno de estos requisitos, redujo aún más el tamaño y el coste de fabricación de los smartphones, mientras permite que cambiemos de operador directamente en Ajustes del teléfono. Sin esperas ni llamadas interminables para justificar el cambio. La innovación hizo que muchos fabricantes de dispositivos se introdujeran en el mercado de la telefonía, brindando a sus clientes no sólo un aparato, sino también un servicio.

Esta innovación permitió la llegada de una red móvil mucho más rápida, eficaz y potente. Pese a la creencia habitual, la conexión a internet no funciona como un canal directo y exclusivo de información, un dispositivo no recibe o envía datos a través de una red propia a la que sólo él y su proveedor están conectados. El sistema es más colaborativo por decirlo de algún modo y se asemeja a lo que ocurre cuando en clase el profesor, para evitar recorrer todo el salón, pasa todos los exámenes a los estudiantes de la primera fila y estos los van distribuyendo hacia atrás. El sistema es más rápido y eficaz gracias a que todos están conectados. Internet funciona haciendo que mis datos pasen por otras redes mientras permite que la información de otros utilice mi red para llegar a destino. Más que un conjunto de líneas que se construye aleatoriamente, es un tejido que, con muchas escalas, conecta a todos.

La llegada de la eSIM convirtió los smartphones en centros de conexión a internet, ya no era necesario depender de una antena para estar conectado: cuantos más teléfonos hay alrededor, mayor resulta la potencia de la red. Esta innovación fue una razón más para que los turistas fueran bien recibidos en los pueblos: la potencia de conexión aumentaba notablemente. Todos para uno y uno para todos.

- Fuente: El «Financial Times» ha filtrado esta semana que Samsung y Apple han pactado el uso de la eSIM en sus futuros modelos.