Mónaco

Póker marca España

Andoni Larrabe (centro) en la mesa final de las WSOP
Andoni Larrabe (centro) en la mesa final de las WSOPlarazon

Andoni Larrabe con 22 años, acabó en una fantástica sexta posición y con un fantástico premio de 1.622.471$.

Son jóvenes, españoles, están muy bien preparados y son excelentes jugadores de póker. Igual que hubo una generación dorada que consiguió con La Roja todos los títulos habidos y por haber en el mundo del fútbol, en los últimos tiempos se está fraguando alrededor del tapete verde una nueva ÑBA que ya está empezando a obtener sus primeros grandes triunfos; una auténtica Armada española de los naipes cuyos éxitos se están cosechando por todos los rincones del globo terráqueo.

El ejemplo más evidente de esta generación de nuevos talentos del póker nacional es Adrián Mateos. Después de haber ganado su primer millón de euros con sólo 19 años a finales de 2013 al llevarse un torneo de las Series Mundiales de Poker de Europa (WOSP Europe), este madrileño ha seguido cosechando grandes éxitos y haciendo historia para España.

Su último gran logro ha sido hace apenas unas semanas en Mónaco, en la Gran Final del European Poker Tour (EPT). Es uno de los campeonatos de póker más populares del continente europeo e incluso tiene una de sus sedes en Barcelona, pero se había resistido al triunfo español hasta ahora. El propio Mateos había ganado alguno de los torneos secundarios que se disputan dentro de las distintas etapas del EPT, es más: se llevó dos títulos en una misma parada, en el EPT Deauville (Francia) del pasado mes de febrero, y en un mismo día, con apenas horas de diferencia entre un torneo y otro. Sin embargo, en las 11 temporadas que se han disputado el EPT, ningún español había logrado antes ganar el torneo principal. Este triunfo supone otro premio que supera el millón de euros y la confirmación de Adrián Mateos como el mejor jugador de póker en vivo del ránking de España, y número 22 del mundo.

Tras ganar la ‘pica’ en el EPT (llamada así por el logotipo de PokerStars, organizador del campeonato) y con los 21 años cumplidos, el joven de San Martín de la Vega ha viajado a Estados Unidos para intentar sumar su segundo ‘brazalete’ (el distintivo de los ganadores de las WSOP), aunque esta vez en tierra americanas.

Las Series Mundiales se están disputando estos días en Las Vegas y ya ha habido más de un español que ha logrado ‘pinchar’, es decir: conseguir premio. Hace unos días Javier Zarco, otro joven madrileño aunque afincado en Estados Unidos, lograba una meritoria segunda posición en el Millonaire Maker, uno de los torneos de las WSOP 2015, que le reportaba un premio de 791.690$.

El pasado mes de noviembre, un español volvía a una mesa final del evento principal de las WSOP trece años después de que Carlos Mortensen consiguiera ganar este mismo torneo en 2001 (el único hispano que lo ha logrado). En el denominado como “November Nine” sólo quedaron 9 de los 6.683 participantes de este torneo; el guipuzcoano Andoni Larrabe, el más joven de la mesa con 22 años, acabó en una fantástica sexta posición y con un no menos fantástico premio de 1.622.471$.

Lo que nos hace hablar de “marca España” en el póker español es que, a diferencia de los logros conseguidos en el pasado por grandes jugadores como Mortensen –el único español, junto a Adrián Mateos, en tener un brazalete WSOP-, Ana Márquez –malagueña que está entre las mejores mujeres del mundo-, ó Raúl Mestre –pionero en el póker online-, es que ahora no se puede hablar de logros aislados sino que, a los hitos históricos de Mateos y Larrabe, hay que sumar el buen hacer de otros jugadores que tampoco llegan siquiera a los 25 años de edad.

Si Mateos fuera David Villa, el que más goles ha marcado con La Roja, el asturiano Sergio Aído y el malagueño Vicente Delgado bien podrían ser los Xavi e Iniesta del póker español. Los tres son rivales en las mesas pero grandes compañeros fuera de ellas. El de Avilés es el número dos de España y está entre los 100 mejores jugadores del mundo. El de Estepona es un auténtico ‘crack’ del póker online, una disciplina donde el uso de un alias y la gran cantidad de torneos que se disputan hacen más difícil el poder numerar los logros de los españoles pero donde, efectivamente, también los hay.

El canario Jonathan Concepción, el riojano Pablo Fernández o el leonés Pablo Gordillo, que en 2014 alcanzó dos mesas finales de torneos principales EPT, son otros de los grandes talentos que suman éxitos tanto en el póker en vivo como online.

Un nuevo perfil de jugador

La irrupción del póker online en la última década ha hecho que lo que era un juego que pertenecía a la tradición norteamericana, se haya universalizado. El fácil acceso y la posibilidad de conocer más y mejor esta disciplina, ha hecho que el perfil de los jugadores se haya diversificado y que cualquier persona, sea como sea o venga de donde venga, pueda llegar a convertirse en un buen jugador de póker. En este sentido, el defensa del FC Barcelona Gerard Piqué, gran aficionado a los naipes, apuntaba en una entrevista a la SER que “el póker te da algo que no te da el fútbol, en el póker siendo un novato puedes jugar con los mejores del mundo”.

Sin dejar de lado el factor suerte, que es innegable, el póker se sitúa cada vez más cerca del deporte y más lejos de los juegos de azar. La versión moderna del juego se centra en las matemáticas, la estadística, la psicología o la inteligencia emocional. Hoy en día, el estudio y la práctica hacen al buen jugador de póker, no la suerte.

De este modo se entiende que los mejores, los ‘cracks’, como sucede en otras disciplinas deportivas, sean siempre los mismos. Los nuevos jugadores de póker son jóvenes universitarios que analizan cientos, miles de jugadas, propias y del rival, para aprender y perfeccionar su juego de manera continua. Tanto los españoles como los actuales números uno del póker mundial responden a este perfil.

En los grandes torneos de póker ya no se ven señores que fuman puros y llevan amuletos sino a grandes “cerebritos” que practican deporte y llevan una buena alimentación para mejorar su rendimiento en las largas competiciones en vivo o las duras sesiones de horas conectados online, a menudo jugando en varias mesas a la vez. Auténticos prodigios que ahora hablan con acento español.