Cataluña

Cientos de pescadores obligados a no faenar pierden sus ayudas

La Junta rechaza el 92% de las solicitudes para recibir la compensación de la UE por el cierre de los caladeros y solo pagará el 6% de lo anunciado: 86.500 euros de 1,45 millones

Marineros faenan con las redes en una pequeña embarcación
Marineros faenan con las redes en una pequeña embarcaciónlarazon

El cese obligado para la flota pesquera andaluza decretado el año pasado dejó los buques amarrados durante un mes. Las llamadas paradas biológicas –para permitir la recuperación de determinadas especies, en período de puesta o como medida de protección a las crías– se ejecutaron entre abril y diciembre, en función de la modalidad y la zona donde faenan. Treinta días sin poder trabajar, y por tanto sin ingresos para armadores y sus tripulaciones. La Unión Europea diseñó una línea de ayudas específica para paliar esas pérdidas, que unidas a la aportación del Estado permitiría disponer de 2,7 millones de euros. El resultado, sin embargo, está siendo muy diferente al esperado: las dos primeras convocatorias han adjudicado 86.500 euros de 1,45 millones establecidos. Un raquítico 6% del presupuesto que deja a la flota en una situación de indefensión, al haber sido rechazadas la inmensa mayoría de las solicitudes.

Los pesqueros de arrastre del caladero Mediterráneo –que comprende las provincias de Málaga, Granada y Almería– fueron los primeros en cesar su actividad. Todo del año pasado se mantuvieron los atraques. Su convocatoria de subvenciones fue la primera en salir, en junio. Los cálculos de la Junta señalaban que 82 embarcaciones y 410 empleados podían optar a 601.000 euros, repartidos para cubrir un máximo de 15 días de paro –100 euros por jornada para los buques y 45 euros para los asalariados–. Cuatro barcos, de los que dos renunciaron, y doce marineros recibirán finalmente ese ingreso compensatorio. En total, 24.000 euros –15.800 y 8.100 euros, respectivamente–, apenas un 4% de la partida disponible. El teórico balón de oxígeno llegó vacío y además con varios meses de retraso, ya que la resolución se publicó en febrero en la web de la Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural. Toda la flota que faena en esas aguas optó a la compensación, mientras que hubo 136 solicitudes de marineros. A los arrastreros del Mediterráneo se unieron los del Golfo de Cádiz poco después. La práctica totalidad de los buques, 130, lanzó sus redes para intentar hacerse con las ayudas. Solo 15 «pescaron» algo, reduciendo el desembolso a 62.500 euros por el paro de septiembre y octubre. Los tripulantes de esta zona –más de seiscientos– ni siquiera se movilizaron, con un balance de seis solicitudes, todas desestimadas por la Junta. Quedaron sin destino, por tanto, 834.000 euros que regresarán a las arcas estatales y europeas.

Todavía quedan pendientes dos convocatorias, las que afectan a los barcos de cerco de ambas orillas. Los 71 armadores y 500 pescadores mediterráneos presentaron sus credenciales en enero. Previsiblemente, tampoco se coparán los 509.000 euros de presupuesto máximo establecido. La resolución provisional de la Consejería contempla 13 ayudas –diez para los explotadores– de las 59 solicitudes registradas. El proceso para subvencionar a la flota del Golfo de Cádiz, con 767.000 euros, continúa también abierto. Fueron las últimas en convocarse, hace solo dos meses y aun se encuentra en fase de subsanación. La perspectiva es similar y hace plantearse la utilidad de unas ayudas que han servido más de bombo publicitario que de alivio para los damnificados.

Ésta es la primera vez en cinco años que el Fondo Europeo de la Pesca ha librado una partida para compensar el paro impuesto en los caladeros. Desde la Federación Andaluza de Cofradías de Pescadores, su presidente, Manuel Fernández, apunta a la dureza de los requisitos como principal causa de su escasa incidencia. «Las ayudas que vienen de la UE no son compatibles con esta parada, no valen para nada porque no hay manera de acceder a ellas», asegura. Fernández insiste en que «nos darán la razón cuando pasen dos años y se tengan que devolver el 80% de los fondos que ha concedido Europa». En este sentido, defiende que la Consejería conoce sus requerimientos para que los criterios de acceso se modifiquen, aumentando las posibilidades del sector para obtenerlas.

El presidente de los pescadores reconoce que «la Administración andaluza está cumpliendo a rajatabla con lo que marca el Ministerio». Denuncia, además, que «en Cataluña se están concediendo éstas mismas saltándose un montón de normas, pero porque uno se tire al pozo, no vamos a saltar nosotros». Ante la difícil situación que atraviesan, lamenta que las administraciones públicas «vendan que el sector pesquero tienen un apoyo económico con ayudas cuando es mentira».