Cs busca un impuesto de Sucesiones a la madrileña bonificado al 99%

Juan Marín condiciona el apoyo a los Presupuestos de 2018 a la reforma de este tributo

Ya hubo una primera reunión el 24 de mayo entre una presidenta de la Junta recién aterrizada tras el estado transitorio de aspirante a liderar el PSOE y el presidente y portavoz del grupo parlamentario de Ciudadanos (Cs), Juan Marín; pero ayer se produjo otra en la Cámara regional. ¿El Objetivo? El mismo: analizar la evolución del cumplimiento del acuerdo de investidura, en el ecuador de la legislatura y marcar una agenda para acelerar lo que falta por hacer. En esta ocasión los interlocutores del PSOE-A fueron el secretario de Organización del partido, Juan Cornejo; el vicepresidente de la Junta y consejero de Presidencia y Administración Local, Manuel Jiménez Barrios; y el portavoz parlamentario socialista, Mario Jiménez. Por parte de Ciudadanos acudieron a la cita el secretario general de la formación naranja y uno de los muñidores del primer pacto, José Manuel Villegas; el propio Juan Marín y el delegado territorial de Ciudadanos en Andalucía, Manuel Buzón.

Durante el encuentro a dos bandas que duró alrededor de una hora y media se trataron diversos asuntos y en el transcurso del mismo quedó claro cuál es el principal punto de fricción entre los socios: el impuesto de Sucesiones y Donaciones. Mientras Cs quiere que se bonifique en la comunidad «al 99%», siguiendo el modelo de otros territorios como Madrid, los socialistas se mostraron abiertos al diálogo, pero no manejan ningún porcentaje ni dan un paso más allá. Tanto Marín como Villegas insistieron en el agravio comparativo que sufren los andaluces y el primero llegó a advertir tras la reunión, y después de habérselo trasladado a los socialistas, que la formación naranja no apoyará los Presupuestos de la Junta para el ejercicio de 2018 si el Gobierno andaluz no acepta reformar el impuesto de la discordia y otra rebaja del IRPF autonómico. «Se tendrán que buscar otro aliado» para sacar adelante las futuras cuentas, deslizó. Es más, el líder de Ciudadanos reconoció las diferencias que separan a ambas formaciones en este ámbito, que llegó a calificar de «escollo duro». Aunque sí hay algo en lo que se pusieron de acuerdo: exigir al presidente del Ejecutivo central, Mariano Rajoy, la «armonización» de esta tasa a nivel nacional, a lo que Cornejo sumó que «si Andalucía tuviera una financiación justa» se podría hablar desde otra situación, justificando la posición del PSOE.

Con todo, lo que salió en limpio del encuentro de ayer es que el grupo de trabajo creado por ambos partidos para abordar tanto lo relativo a sucesiones y donaciones como al IRPF se reunirá el 14 de junio, como ya se adelantó tras la cita con Díaz, y será entonces cuando Cs detalle la bajada de impuestos que busca para 2018.

Por lo demás, se han reprogramado otros temas que ya había encima de la mesa. Pospusieron hasta el verano, de julio a septiembre, el inicio de los trámites y la convocatoria a los partidos para eliminar los aforamientos, otro de los caballos de batalla de Cs cuya materialización exige la reforma del Estatuto de Autonomía; la limitación de mandatos, que la formación naranja pretende reducir a ocho; o la propuesta legislativa para la modificación de la Ley Electoral de Andalucía. Para después, con el horizonte puesto en septiembre, colocó Cs las leyes de Formación Profesional y Agricultura y para el periodo comprendido entre octubre y noviembre, las normas de Sostenibilidad de la Sanidad Pública y la de Atención Temprana. No será antes de diciembre cuando salga adelante la estrategia andaluza de captación de inversiones y sin concretar, más allá de que se abordarán en el segundo periodo de sesiones, quedaron los tiempos para la ley audiovisual y la actualización del escenario de la RTVA, así como las normas de cambio climático y de violencia de género. Lo que sí adelantó Marín es que la Ley de Emprendimiento volverá a estar lista para entrar en el Parlamento, tras los últimos retoques, en junio, y que en dos semanas se conocerá el decreto de la Junta sobre la cacareada oficina antifraude. El nuevo intercambio de pareceres se celebró a las puertas de la comparecencia a petición propia de Díaz en el Parlamento y le permitirá presumir en el debate de la Cámara de estabilidad política, sinónimo de «crecimiento y desarrollo», en palabras de Cornejo.