Susana Díaz

Del tributo al padre de la patria a la excusa del «paro estructural» andaluz

Tras 37 años de gobiernos del PSOE, Díaz alude a la «falta de industrialización»

Susana Díaz, durante la ofrenda floral a Blas Infante, en el 130º aniversario de su nacimiento. A la derecha, los portavoces de la oposición
Susana Díaz, durante la ofrenda floral a Blas Infante, en el 130º aniversario de su nacimiento. A la derecha, los portavoces de la oposiciónlarazon

«Estructural», según la RAE, significa «perteneciente o relativo a la estructura». Susana Díaz utilizó ayer este adjetivo durante el homenaje a Blas Infante para referirse al paro en Andalucía –por encima aún del millón de desempleados, pese a su compromiso explícito de rebajar esta cifra– y a la falta de industrialización de la comunidad. Andalucía lleva 37 años de gobiernos del PSOE. El anterior régimen que conoció la comunidad, el franquismo –artífice del asesinato del padre de la patria andaluza homenajeado ayer–, estuvo oficialmente presente 39 años. Temporalmente, si Susana Díaz agota la legislatura, se podrá decir que el sistema estructural predominante es el del PSOE de Andalucía y la industria potente es la que era: el turismo.

La presidenta de la Junta, que presidió el acto de conmemoración del 130 aniversario del nacimiento de Blas Infante, instó a todos los agentes políticos y sociales a «tener altura de miras» y «responsabilidad» para «trabajar desde el diálogo y consenso y así terminar de construir el ‘ideal andaluz’ legado por Blas Infante de justicia y solidaridad». «Blas Infante nos enseñó a no resignarse, cambiar el destino que otros habían escrito, destino que todavía estamos pagando con un paro estructural derivado principalmente de una falta de industrialización de la que sí disfrutaron en otras tierras», señaló Díaz. La presidenta apeló al espíritu del 28 de febrero de 1980, cuando «logramos una autonomía conquistada por mucho esfuerzo colectivo, a la que no queremos renunciar de ninguna manera», argumentó.

La mercadotecnia de la Junta ha esgrimido oficialmente dos «modernizaciones» de Andalucía. Según datos de la Junta, entre 2007 y 2013 se han invertido 77.775,9 millones de euros (a casi 13.000 de media por año) en los «ejes de la estrategia para la competitividad», esto es, I+D y ayudas para las empresas. Antes de este período, desde el primer acuerdo de concertación (1993-1996), se recoge «la cantidad mínima de 70.000 millones de pesetas» –más de 420 millones de euros–, «con crecimientos anuales del 9%», y «un mínimo de 90.000 millones de pesetas» –540 millones de euros– «a actuaciones de apoyo a las empresas». El valor agregado bruto de la industria en Andalucía, en 2014, rozaba el 14% (17,6% en España). En 1999 era del 13,7% (21,3% en el país). El PIB en 1999 estaba en el 73% en relación a España y en 2014 en el 74,8%. Andalucía es la penúltima comunidad en euros per cápita, sólo por delante de Melilla y Extremadura. En paro, es líder, por la cola, con un 33,6%, según la EPA, con sólo Melilla por delante (35,4%). El gasto en I+D se ha incrementado en Andalucía en las últimas décadas hasta alcanzar un crecimiento desde 2000 del 218,5%. La media del resto de comunidades se sitúa en 155,1%. Andalucía es la tercera comunidad con mayor aumento relativo, lo que ha provocado una significativa convergencia tecnológica con España. Según el INE, en 2010 el gasto en I+D en Andalucía alcanzó los 1726,8 millones, un 9,4% más que el año anterior. El resto de comunidades se estancó en un 0,1%. Según el estudio «Origen y evolución de las políticas de Innovación en Andalucía», de José Quesada Vázquez y Juan Carlos Rodríguez Cohard, de la Universidad de Jaén, «en términos de esfuerzo tecnológico, medido como gasto en I+D en porcentaje del PIB, Andalucía alcanzó el 1,2% en 2010», situándose quinta nacional. Desde 2000, Andalucía avanzó cuatro posiciones en el ránking de esfuerzo tecnológico. «Hay que mejorar y rediseñar el proyecto con el que los españoles hemos llegado hasta aquí», señaló Díaz, apuntando a una nueva política «con más diálogo, compromiso y transparencia» y una nueva economía «que sirva para generar empleo de calidad».

«Un nuevo tiempo y un nuevo camino que debe significar superar con garantías la crisis económica, combatir la corrupción con transparencia y las medidas de control que sean necesarias», resumió la presidenta. Este «nuevo tiempo», según Díaz, «debe permitir dar el salto que Andalucía merece».