Sevilla

Díaz critica la reforma laboral mientras sigue contratando por días en la Sanidad

Satse denuncia la «tremenda precariedad laboral» de los enfermeros en épocas de alta frecuentación hospitalaria y cree «insuficientes» las últimas ofertas de empleo convocadas por el SAS

Varios profesionales sanitarios protestan contra los recortes del SAS en el hospital sevillano Virgen Macarena
Varios profesionales sanitarios protestan contra los recortes del SAS en el hospital sevillano Virgen Macarenalarazon

Satse denuncia la «tremenda precariedad laboral» de los enfermeros en épocas de alta frecuentación hospitalaria y cree «insuficientes» las últimas ofertas de empleo convocadas por el SAS

La Junta de Andalucía se empeña en mantener un discurso que choca frontalmente con la realidad. Mientras que la presidenta Susana Díaz, por un lado, critica duramente las políticas de empleo del Ejecutivo de Mariano Rajoy –llegó a decir que la reforma laboral es una «fábrica de pobres»–, por otro aplica medidas que no van encaminadas precisamente a fomentar la estabilidad en el empleo. Al menos es lo que se desprende de la situación que siguen viviendo muchos enfermeros en la sanidad pública andaluza. Tal y como denuncia a LA RAZÓN el sindicato de enfermería Satse, el Servicio Andaluz de Salud (SAS) sigue contratando a personal sanitario por días y semanas en los hospitales de la comunidad autónoma. Según la secretaria provincial del sindicato en Sevilla, Reyes Zabala, esta práctica continúa siendo habitual en los hospitales Virgen del Rocío y Virgen Macarena de Sevilla, coincidiendo ahora con una mayor frecuentación derivada de las bajas temperaturas y del agravamiento de ciertas enfermedades.

Ya no sólo se formalizaban estos contratos en los años más duros de la crisis, cuando las administraciones aplicaban políticas de ajuste, sino que también ahora, a pesar de que la Junta remarca que su objetivo es «restituir los derechos perdidos» entre los funcionarios. Precisamente, Díaz aseguró, cuando anunció que a finales de 2015 no quedaría ningún contrato eventual al 75 por ciento de la jornada, que «si es posible la recuperación económica, donde hay que sentirla es donde hemos tenido más dificultad para mantener la cartera de servicios y la calidad», en referencia a «la educación y la sanidad». Pues bien, tal y como denuncia Satse, en el Virgen del Rocío hay enfermeros que van encadenando contratos por semanas y en el Macarena, por ejemplo, se han estado formalizando otros de nueve o diez días de duración este mismo mes de febrero, cuando «lo normal es que, si estamos en época de alta frecuentación, es que se hagan contratos de dos meses como mínimo». Zabala, en este sentido, critica el personal sanitario «sigue soportando una precariedad laboral tremenda» y que la dirección del SAS contrata «por debajo de las necesidades reales de los centros», a pesar de que éstos «tienen que justificar, y mucho, cualquier demanda de empleo que surja».

Otra práctica que denuncia el sindicato es que el SAS no está cubriendo, desde el año 2012, las denominadas interinidades vacantes, es decir, personal sanitario que se ha jubilado o ha fallecido y no se cubre el puesto que dejaron de manera permanente, sino que van formalizándose contratos año tras año. Por tanto, la fórmula que se utiliza es la de los contratos eventuales, «los mismos que se hacen cuando un profesional está enfermo, tiene un cargo de responsabilidad intermedio o es liberado sindical». Zabala insiste en que, «al igual que el SAS pone de relieve la figura de los eventuales estructurales, con la recuperación del cien por cien de la jornada, también tenga en cuenta las interinidades vacantes». No obstante, considera que el sindicato se muestra «muy receloso» en relación al funcionamiento de la bolsa de trabajo.

En cuanto a la última Oferta Pública de Empleo (OPE) convocada por el SAS, cuyas pruebas se vienen realizando desde el pasado 13 de diciembre, Zabala considera que es «insuficiente», toda vez que «está afectada por la tasa de reposición del Gobierno». El pasado 31 de enero se realizaron los exámenes de enfermería. Se presentaron más de 21.000 aspirantes para 831 plazas –506 de acceso libre y 325 de promoción interna–, lo que demuestra la gran inquietud existente entre los profesionales. Una demanda que «no se corresponde con la oferta que plantea la administración».

En total, la OPE del SAS consta de 3.282 plazas, a las que optan más de 150.000 aspirantes. Ya se han realizado las pruebas para las categorías de técnico medio de función administrativa, técnico especialista en laboratorio y radiodiagnóstico, enfermero, celador, técnico de farmacia y trabajador social. Hoy el turno es para los médicos especialistas y mañana concluirán los exámenes las matronas, cocineros y el personal de lavandería.

Zabala insiste en que, «si se confirman los síntomas de recuperación, se deberían hacer unas convocatorias ajustadas a las necesidades reales de las plantillas» para así «recuperar derechos». En este punto recuerda que, tan sólo en Sevilla, han perdido su puesto de trabajo durante la crisis más de 1.000 enfermeros. Esta misma semana la Mesa Sectorial de Sanidad aprobó la OPE para este año, que prevé 3.391 plazas, 1.480 de ellas de enfermería. Una oferta «insuficiente» porque «no cubre la tasa de reposición prevista para los próximos dos años».

El sindicato de enfermería Satse denunció ayer la eliminación de 265 camas en el hospital Reina Sofía de Córdoba desde el año 1996, todo ello «a pesar del incremento de población y del brutal aumento de las listas de espera quirúrgicas». Según los datos del sindicato, esta cifra supone el 17 por ciento del total de camas con las que contaba el centro, puesto que «muchas habitaciones se han transformado en espacios administrativos». La consecuencia es que «cada vez con más frecuencia se producen tapones asistenciales en las urgencias al tener que esperar los pacientes hasta 72 horas en una camilla o en una sillad e ruedas». Esta circunstancia afecta a la actividad asistencial médica y quirúrgica programada, que «han de sufrir demoras para atender las urgencias». En este sentido, el sindicato criticó la «insolvencia» de los directivos del hospital, «incapaces de frenar esta sangría mientras estamos a la cola a la hora de disponer de recursos».