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Lisboa

Disidentes, dictadores, dinosaurios

Aparece en español la novela con la que José Cardoso Pires retrató a Salazar

José Cardoso Pires forma parte de los autores portugueses más respetados, junto a Miguel Torba, José Saramago o António Lobo Antunes
José Cardoso Pires forma parte de los autores portugueses más respetados, junto a Miguel Torba, José Saramago o António Lobo Antuneslarazon

Aparece en español la novela con la que José Cardoso Pires retrató a Salazar

Se cumplieron ayer 40 años de las primeras elecciones generales en España después de la muerte de Franco. Tuvo que fallecer el dictador en la cama de un hospital, luego salieron las fotos del anciano agonizante previo pago de 15 millones de pesetas, para que los españoles se dieran cuenta de que «Su Excelencia» era tan de carne y hueso como todo el mundo. El visionado hoy de las imágenes rodadas durante aquella jornada con los votantes buscándose en los censos, los coches repartiendo propaganda y los mítines cargados de ilusión compartida hacen daño si se compara con las que nos ha dejado en las últimas horas la actualidad política. Sin pegar un solo tiro, el régimen se transformó en una democracia moderna que cuatro décadas después desilusiona a la mayoría. La Península Ibérica dejaba los 70 con sus tiranos convertidos ya en nostalgia para algunos.

Para reflexionar sobre dictadores, disidencias y literatura está el librito de José Cardoso Pires (1925-1998) que acaba de publicar la editorial El Paseo. «Excelentísimo dinosaurio», que hasta ahora no estaba traducida del portugués, es un relato sorprende sobre Antonio Oliveira Salazar (1889-1970), quien con mano de hierro dominó la escena política portuguesa desde 1932 hasta su muerte. El «padre de la patria» fue durante décadas una figura lejana, casi mítica o santa para los portugueses que vivieron en aquello que se llamó «Estado novo», pero que en realidad no era más que uno de los más crueles políticos que conoció el pasado siglo XX. Salazar y Franco solían, con reservas porque ninguno se fiaba del otro pese a los halagos, conversar sin traductor porque el general español se valía del gallego para comprender y hacerse entender. También compartía ese afán por presentarse ante sus ciudadanos como una especie de ser sobrenatural que ha recibido un encargo mesiánico que llevar a cabo aunque el resto del universo no se lo haya pedido. Salazar, que cimentó su poder a base de amenazar con renunciar, se forjó la leyenda del hombre sabio que había salido de un ambiente social humilde para poner en órbita a Portugal. Frío, distante, el doctor parecía de otro planeta. Cardoso Pires le da por completo la vuelta al personaje en esta especie de fábula que se lee a grandes tragos. Escrita entre 1969 y 1971, el autor destaca lo estrafalario de este tipo de personajes que en realidad viven en la inopia, y lo peor, obligan a vivir en la inopia a todos, como argumenta en el prólogo el poeta Manuel Moya, quien también se ha encargado de la traducción.

«Excelentísimo dinosaurio» pasó sin que nadie sepa cómo la censura y se convirtió en un éxito editorial pese a que aún faltaban cuatro años para la Revolución de los Claveles. Los censores, generalmente torpes, no se dieron cuenta de quien se hablaba hasta que la evidencia les impidió hacer el ridículo una vez más y pedir la retirada de la edición. Cardoso Pires rompe la trama lineal, hace saltos en el tiempo hasta retorcer la narración en un ejercicio literario realmente valiente y fascinante. Muy moderno, casi usando el método de nuestra memoria que retrocede y avanza a la vez que se crea el bosquejo del recuerdo de tal manera que el personaje siempre se muestra en circunstancias insólitas dentro de una sociedad anestesiada que ni se plantea el esperpento en el que vive. Desde el principio, el tono de la novela es claramente el de la fábula por lo que hay un sentido moral a la hora de presentar las circunstancias que en gran parte pasan por ser tan absurdas como cotidianas, pero claves para entender cómo vivían los vecinos peninsulares bajo la dictadura de Salazar, de la que tan poco conciencia se tiene en nuestro país. También Franco y los españoles pasaron casi 40 años en una especie de limbo político, religioso y social del que no se salió con aquellas elecciones de hace 4 décadas. Cardoso es interesante principalmente porque Portugal sirve de espejo en el que reconocernos frente a tantas cosas que compartimos y nos diferencian. En la figura de Salazar verán muchas veces la de Franco, pero no debe extrañarles pues ambos nacieron con tres años y casi 500 km. de diferencia. Acompaña a esta «nouvelle» el relato «La república de los cuervos» en el que se retrata magistralmente la ciudad de Lisboa desde el punto de vista de un pájaro. Ambos textos se complementan por el sentido metafórico con el que se enfrentan a la descripción humana. Cardoso Pires es una de las principales figuras de la literatura lusa y cuenta en nuestro país con el reconocimiento de «El delfín», «La balada de la playa de los perros» y «De profundis». Primer novelista en obtener el Premio Pessoa en 1997, junto a éste, Miguel Torba, Saramago y Lobo Antunes forma parte de los autores portugueses más respetados.

Aquí no hubo hasta la democracia un ejemplo similar al portugués. Ya una vez acabada la Guerra Civil el exilio fue la única salida para los que huyeron o no quisieron vivir bajo el franquismo. Dan fe de ello los cuatro tomos editados por Renacimiento bajo el título de «Diccionario bibliográfico de los escritores, editoriales y revistas del exilio republicano de 1939», que recoge el minucioso trabajo impulsado por José Ramón López y Manuel Aznar. Ambos mantienen desde 1994 el Grupo de Estudios del Exilio Literario (Gexel) en el que se encuentran la obra y vida de 1.191 autores y 245 revistas gracias al trabajo de 102 investigadores y profesores. Abruma pensar la cantidad de personas y ediciones que fueron extirpadas de la vida cultural española una vez que acabó la contienda. Por su parte, la editorial Berenice rescata el drama del Edgardo Mortara, el niño judío raptado por el Vaticano a mediados del siglo XIX, cuya historia e directo Steven Spielberg. «El secuestro de Edgardo Mortara», una novela basada en hechos reales de David I. Kertzer que narra la transformación del poder del papado y la renovación de Italia en un estado laico.