Andalucía

El ladrillo sigue recuperándose

La Razón
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Andalucía lideró en 2016 el mercado de la compraventa, con 78.708 viviendas

El mercado inmobiliario está recobrando el pulso de manera notable y vuelve a colocar al sector de la construcción en la agenda económica y –lo que es más importante– llena el frigorífico de miles de desempleados. Varios datos apuntan en una misma dirección, espantando el fantasma del espejismo.

En primer lugar, el precio de la vivienda ha abandonado su tendencia bajista. El precio de la vivienda nueva aumentó en promedio un 6,5% en España durante el año 2016 y también lo hizo el de la vivienda de segunda mano un 4,4%. En ambos casos, la subida fue superior en un 1% a la registrada en el año anterior. En segundo lugar, el préstamo hipotecario también crece tanto en número de operaciones como el valor medio de la cuantía. En noviembre de 2016 se constituyeron 25.413 nuevas hipotecas frente a las 19.247 del mismo mes de 2015, no obstante, el dato del número de hipotecas nuevas es muy volátil. Más estable es el dato del valor medio de las hipotecas que se situó en 112.680 euros a finales del año pasado –último dato ofrecido por el Instituto Nacional de Estadística– frente a los 107.880 euros de 2015.

En tercer lugar, el tipo de interés hipotecario de referencia para la vivienda libre sigue reduciéndose hasta el 1,8% en febrero de este año si lo comparamos con los mismos años en 2016 (2%) y 2015 (2,4%). A este tipo de referencia luego los bancos comerciales añaden un margen que depende del cliente. Según el Instituto Nacional de Estadística el 68,4% de las hipotecas constituidas utiliza un tipo de interés variable, frente al 31,6% de tipo fijo. El tipo de interés medio al inicio de la hipoteca para el total de fincas es del 3,15%, mientras que el plazo medio es de 22 años. Para las hipotecas constituidas sobre viviendas el tipo de interés medio, al inicio, es del 3,18%, un 5,8% inferior al registrado en diciembre de 2015. No obstante, la mayor parte de analistas ya descuentan una moderada subida del tipo de interés tanto en el mercado europeo como en el estadounidense. En el primer caso, el Banco Central Europeo ya ha rebajado el volumen mensual de compra de activos de 80.000 millones de euros a 20.000. En el caso norteamericano, la reserva federal se muestra decidida a dar por finalizada la expansión monetaria.

Con la salvedad de la previsible evolución restrictiva de la política monetaria y subida de tipos, un último dato respalda la buena evolución del sector; la ejecución de hipotecas disminuyó de manera significativa en 2016 y esto también facilita la expansión del crédito. A pesar de un mal comportamiento en el último trimestre del año, en cómputo anual, las inscripciones de certificaciones por ejecuciones hipotecarias iniciadas en los registros de la propiedad disminuyeron un 20,3% sobre el total de fincas y aún fue mayor el descenso para las viviendas (25,8%).

Todo lo anterior es coherente con el hecho de que el pasado año se produjera la compraventa de 403.866 viviendas en el conjunto de la nación; un crecimiento del 13,6 por ciento sobre 2015 aunque aún muy lejos de las más de 700.000 que se vendían o cambiaban de manos en 2008. Fue Andalucía la región que lideró el mercado en términos totales con la compraventa de 78.708 viviendas, seguida de Cataluña, con 66.447 viviendas; la Comunidad de Madrid, con 58.231; y la Comunidad Valenciana, con 57.828. Esto va en sintonía con los datos de la Contabilidad Regional. El sector de la construcción en Andalucía aumentó el valor de su producción un 5,6% entre 2015 y 2014 hasta alcanzar la cifra de 11.556 millones de euros. El sector empleaba a más de 154.000 personas en 2015 lo que supone un 5,59% del empleo total.

El sector de la construcción no sólo es intensivo en mano de obra directamente empleada, sino que también actúa como un fuerte «tractor» de mucha industria auxiliar. Aunque después de la crisis desatada en 2007 ni los expertos ni las autoridades públicas quieren volver a hacer depender la actividad económica del sector de la construcción, su capacidad de generar empleo lo hace siempre un sector estratégico además de proveedor de un bien esencial como es la vivienda. No en balde, la vivienda es el principal activo de las familias españolas.