Cádiz

¿Fin a las barbacoas del Carranza?

El equipo de Gobierno de «Kichi» descarta la consulta popular sobre la tradicional fiesta de agosto en Cádiz y directamente apuesta por suprimirla en 2017 para proteger la costa

El estado en el que queda la playa gaditana tras las barbacoas juega un papel fundamental en la decisión del Ayuntamiento
El estado en el que queda la playa gaditana tras las barbacoas juega un papel fundamental en la decisión del Ayuntamientolarazon

El equipo de Gobierno de «Kichi» descarta la consulta popular sobre la tradicional fiesta de agosto en Cádiz y directamente apuesta por suprimirla en 2017 para proteger la costa

¿Barbacoas sí o barbacoas no en la playa durante el Carranza? División de opiniones, como en todo en la vida. Sea como fuere, una tradición con más de medio siglo de antigüedad y que reunía en agosto a miles de personas en la arena coincidiendo con el trofeo futbolístico está condenada a perderse a medio plazo. El debate viene de largo, pero ahora el Ayuntamiento de Cádiz está decidido. O al menos el equipo de Gobierno de Kichi, de «Por Cádiz sí se puede y Ganar Cádiz en Común», que llevará a Pleno una moción que proponga suprimirlas a partir de 2017, pues este verano al no haber dado tiempo a organizar actividades alternativas se mantendrán.

El primer teniente de alcalde, Martín Vila, explicó que la medida ha sido sometida a debate en la mesa ciudadana abierta para debatir el futuro de esta fiesta y será llevada a pleno para intentar conseguir «el máximo respaldo».

El gobierno de Podemos y Ganar Cádiz anuncia así el fin de una fiesta auspiciada por la anterior corporación del PP, que impulsó la reunión de miles de personas haciendo barbacoas en las playas de la ciudad al mismo tiempo que se celebraba la final del Trofeo Carranza.

La fiesta llegó a reunir en sus momentos álgidos a más de 200.000 personas, pero las alertas medioambientales sobre las consecuencias que este evento ocasionaba en el litoral fue disminuyendo el apoyo público a esta concentración y acotando cada vez más la zona donde se permitía.

Ahora el Ayuntamiento, tras permitirlas el año pasado en los mismos términos que el anterior, pretende acotarlas este verano y suprimirlas el que viene, tras escuchar al resto de partidos, asociaciones de vecinos y ecologistas. «Nosotros hemos tratado de consensuar con actores civiles, consumidores, grupos políticos y vecinos una postura y hemos hecho un gran esfuerzo», señaló Vila, quien aclaró que, a pesar de lo anunciado por el gobierno municipal, la decisión no será sometida a una consulta popular «porque el actual reglamento de participación ciudadana, actualmente en revisión, no contempla esta figura y generaba dudas legales». El año que viene el Ayuntamiento buscará ofrecer alternativas culturales, de ocio y de deporte para compensar la supresión de la fiesta veraniega. La medida será llevada a pleno, donde los partidos políticos podrán pronunciarse, aunque la última palabra la tendrá el gobierno municipal.

«El año pasado defendían que era una expresión libre de la gente, y ahora dicen que las barbacoas contaminan y fomentan el consumo de alcohol», aseguró el portavoz del PP, Ignacio Romaní, quien sostiene que estos bandazos «tan radicales según vaya sonando la flauta no son buenos».

El rechazo del Ayuntamiento a continuar con las barbacoas ha sido bien recibido por la Asociación de Vecinos Muñoz Arenillas, una de las zonas próximas a la playa, y por Ecologistas en acción, que ha aplaudido en un comunicado «el punto y final de este desastre medioambiental».