Autonomías

Financiación y andalucismo contra Rajoy y para distanciarse de Sánchez

Díaz anuncia contactos con todos los agentes para fijar una posición común «por encima de intereses partidarios»

La presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, durante la rueda de prensa tras presidir la primera reunión del Consejo de Gobierno después de las vacaciones de verano
La presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, durante la rueda de prensa tras presidir la primera reunión del Consejo de Gobierno después de las vacaciones de veranolarazon

Díaz anuncia contactos con todos los agentes para fijar una posición común «por encima de intereses partidarios»

De las primarias socialistas a esta parte, y tras deambular a la velocidad que marca la luz de los focos y la actualidad sobre los siete estados que dicen que conforman el luto, la hoja de ruta se dibuja inamovible como el bigote de Dalí, según describió su fundación, en «su clásica postura de las diez y diez» incluso después de la exhumación. La presidenta de la Junta, Susana Díaz, por primera vez –en 2014, 2015 y 2016 compareció el entonces portavoz Miguel Ángel Vázquez– tomó la palabra tras el Consejo de Gobierno de inicio de curso político. Díaz, cercana y afable en la línea de los últimos meses, procurando no salirse del tono institucional (también anunció una reunión con el ministro Zoido por la seguridad y tachó de «disparate político y jurídico» el referéndum catalán), incidió en las ideas fuerza de los próximos meses: la defensa de la igualdad de derechos de los andaluces, y de los españoles, en relación a la contienda política por la «infrafinanciación» de la comunidad y el izado –como históricamente ha hecho el PSOE en Andalucía ante visos de dificultad electoral– de la bandera del andalucismo.

La presidenta anunció una reunión (mañana mismo) con los agentes sociales, a la que seguirán posteriores con los líderes políticos (el lunes, en principio) y otros actores, para acordar la defensa de la financiación. Asimismo, anunció la petición al Gobierno de que se hagan públicos los documentos clasificados relativos a la muerte de García Caparrós el 4D de 1977 además de un homenaje institucional «de la relevancia que merece» la histórica fecha previa a la conquista de la autonomía de pleno derecho por parte de Andalucía, leyendo en los posos del «café para todos» que molió Clavero y en la línea de Escuredo .

El eje político de la presidenta, efectivamente, tanto vale para hacer oposición al Gobierno de Mariano Rajoy como para erosionar el mensaje «plurinacional» de Pedro Sánchez al frente del PSOE, al que Susana Díaz ya avisó en el Congreso de hace justo un mes: «Lo único que te pido, Pedro, es que nunca me hagas elegir entre las dos lealtades –el PSOE y Andalucía–, porque soy la presidenta de todos los andaluces». Díaz convocará y celebrará reuniones «en las próximas horas y los próximos días» con todos los partidos con representación parlamentaria y con los agentes económicos y sociales en busca de una posición «consensuada» sobre la reforma de la financiación autonómica. De los encuentros con los líderes políticos, agentes sindicales, empresariales y sociales debe salir «una posición nítida y clara de defensa de los intereses de nuestra tierra», «por encima de intereses partidarios». Para la Junta, supone una «tomadura de pelo» el anuncio del ministro de Hacienda y Función Pública, Cristóbal Montoro, de que un grupo de técnicos evalúe el trabajo del grupo de expertos sobre la reforma de la financiación, lo que, en la práctica, dijo, supone otro año de retraso. «Ni Andalucía ni ninguna comunidad autónoma mal financiada aguantará un tercer año de prórroga». «Se ha doblado la brecha de la desigualdad entre los territorios de España», censuró, cifrando en «5.500 millones» el coste para Andalucía de la falta de un nuevo modelo. La reforma, dijo, «no admite más demora». «Nos estamos jugando la garantía de la prestación de los servicios públicos, el mantenimiento del Estado del Bienestar para una década», alertó, recordando el compromiso de Rajoy en la Conferencia de Presidentes.

Díaz indicó que en 2009 «la diferencia entre las comunidades que más recibían y las que menos era de 489 euros por habitante» y en el último año cerrado «asciende a 818 euros por habitante», por lo que «se ha duplicado la brecha de la desigualdad entre los territorios de España». Susana Díaz, oficialmente, no quiere «una batalla de territorios» sino «una garantía de la prestación en igualdad de los servicios públicos para todos los ciudadanos y en todos los territorios». La Junta «va a defender que la sanidad, la educación o la dependencia se presten en las mismas condiciones y con las mismas garantías de calidad en todos los rincones de este país». La presidenta y Andalucía «por sí, por España y la Humanidad».