Sanidad Pública

Granada clama contra la fusión hospitalaria

Más de 40.000 personas, según la Policía Local, protestan por las carencias asistenciales tras la apertura del Parque de la Salud.

Ciudadanos y miembros de varios colectivos arroparon a los profesionales sanitarios en la protesta.
Ciudadanos y miembros de varios colectivos arroparon a los profesionales sanitarios en la protesta.larazon

Más de 40.000 personas, según la Policía Local, protestan por las carencias asistenciales tras la apertura del Parque de la Salud.

Los procesos de fusión hospitalaria que está acometiendo el Servicio Andaluz de Salud (SAS) en la mayoría de las capitales de la comunidad autónoma están contando con un fuerte rechazo por parte de los profesionales sanitarios y pacientes. Granada, a tenor de la amplia participación de la manifestación de ayer, es ya punta de lanza de este movimiento, que evidencia igualmente los recortes y las carencias asistenciales de un sistema cada vez más precario. La protesta, que pretendía visualizar el rechazo a la fusión del hospital Clínico y el nuevo centro del Parque Tecnológico de la Salud (PTS), congregó a cerca de 40.000 personas, según datos de la Policía Local. Otros recuentos –la Policía Nacional cifró el acto en 45.000 y la organización en más de 60.000– dan buena cuenta del masivo respaldo a las reivindicaciones, nacidas a raíz de la negativa de la Junta a construir dos hospitales completos que vengan a sustituir los dos ya existentes y que han quedado obsoletos: el Clínico y el Virgen de las Nieves.

La marcha partió minutos antes del mediodía desde el Clínico y recorrió el centro de la ciudad hasta la Fuente de las Batallas. Los profesionales sanitarios de todas las categorías estuvieron arropados por numerosos ciudadanos y representantes de otros colectivos como el 061 o el servicio de emergencias 112. También estuvieron miembros del PP, Podemos o IU, con la ausencia destacada del alcalde, Francisco Cuenca. Además, se unió a la protesta la «marea amarilla», que reclama el final del aislamiento ferroviario y que reunió el pasado 17 de septiembre a unos 7.000 manifestantes.

El doctor Jesús Candel, que ha animado a la participación en las redes sociales con el sobrenombre de «Spiriman», se situó en la cabecera de la manifestación y aseguró que la Junta «debe escuchar el clamor de los ciudadanos». «Reivindicamos una sanidad pública y digna, alejada de los partidos políticos para recuperar lo que nos han quitado: dos hospitales completos, integrales y seguros». Igualmente, destacó que «somos los ciudadanos los que tenemos que cambiar, porque se ha aprovechado la apertura de un nuevo hospital para un recorte, y los granadinos nos hemos indignado y hemos salido a la calle porque en salud no se puede recortar».

La Consejería de Salud, lejos de admitir el caos organizativo y asistencial, defendió que el actual modelo –tres hospitales que se dividen las distintas patologías– «persigue la calidad, la equidad y la excelencia». El delegado provincial de Salud, Higinio Almagro, recalcó que «dar un paso atrás no es la solución» e insistió en que la fusión hospitalaria «no ha conllevado pérdida de servicios ni de personal». Una opinión que contrasta con la visión del Sindicato Médico de Granada, que aseguró a LA RAZÓN que en los últimos años se han perdido casi 600 camas hospitalarias y 1.150 empleos en todas las categorías profesionales.

Por su parte, el gerente del complejo hospitalario universitario de Granada, Manuel Bayona, subrayó el compromiso de la Junta «para seguir mejorando y corregir las incidencias detectadas», todo ello «de la mano de los profesionales, sindicatos y pacientes». También recordó que hoy comienza el congreso asesor de la convergencia, formado por expertos y profesionales y que «pretende generar el debate necesario para responder a las expectativas y necesidades de los ciudadanos».

El regidor, de su lado, mostró su preocupación y señaló que «hay que dar un paso más porque está claro que en estos momentos existen molestias y mucha preocupación entre los usuarios». En este sentido, reclamó una reunión «urgente» con el consejero de Salud, Aquilino Alonso, para abordar la situación. «El equipo de gobierno no sólo ha pedido explicaciones e informes, sino que ha exigido que se ponga fin a estos desajustes para tener un servicio de calidad», subrayó.