Centros de Salud

Huelva sigue la senda de Granada contra la fusión hospitalaria

Una médico comienza a recopilar quejas de pacientes y profesionales, con vistas a una posible manifestación para reclamar hospitales «con una cartera de servicios básica»

Protesta de profesionales sanitarios contra los recortes en el hospital Infanta Elena de Huelva
Protesta de profesionales sanitarios contra los recortes en el hospital Infanta Elena de Huelvalarazon

«¿Por qué tenemos que ser Huelva la Cenicienta de Andalucía?». La pregunta la hace Julia Paloma Hergueta, dermatóloga del hospital Infanta Elena, un centro que viene sufriendo –sus pacientes y profesionales– las consecuencias de un proceso de fusión que está debilitando la asistencia sanitaria a los onubenses.

«¿Por qué tenemos que ser Huelva la Cenicienta de Andalucía?». La pregunta la hace Julia Paloma Hergueta, dermatóloga del hospital Infanta Elena, un centro que viene sufriendo –sus pacientes y profesionales– las consecuencias de un proceso de fusión que está debilitando la asistencia sanitaria a los onubenses. El Sindicato Médico y las juntas de personal de los tres hospitales públicos de la ciudad –el Infanta Elena, el Juan Ramón Jiménez y el Vázquez Díaz– llevan años denunciando los recortes que viene aplicando el Servicio Andaluz de Salud (SAS) y los efectos de un proceso que viene desarrollándose incluso antes de que se publicara la orden de fusión en diciembre de 2014. Ahora, tras el éxito de la reciente manifestación de Granada por motivos similares, Huelva aprieta el acelerador y comienza a conformar un movimiento que podría desembocar en una marcha que exprese este descontento, puesto que «ya hay mucha gente que lo está pidiendo», según asegura Hergueta.

A su juicio, el «desmantelamiento del hospital Infanta Elena» está siendo progresivo. Comenzó con el traslado de la unidad de cardiología en 2013 al Juan Ramón Jiménez, un hecho al que se sumó posteriormente el traslado de ginecología y pediatría. En la dirección contraria, al Infanta Elena llegó, después de la orden de fusión, la unidad de neurología «con vistas a convertir ese hospital en un centro neuro-traumatológico», recuerda Hergueta. Sin embargo, la especialidad de neurocirugía no funciona al cien por cien porque «los quirófanos no cumplen las condiciones de seguridad requeridas para esas intervenciones. Están pendientes las obras, pero parece ser que no hay dinero». Por tanto, la neurología está en un centro y la neurocirugía en otro, «y la rehabilitación completa no se puede realizar hasta que los pacientes no reciban el alta, ya que ambos servicios están en edificios distintos».

Junto a ello, también se ha producido la fusión de las guardias de hematología, «por lo que sólo hay un hematólogo de guardia para los dos hospitales», y el próximo 1 de noviembre el SAS tiene intención de trasladar, desde el Infanta Elena, las unidades del aparato respiratorio y de oftalmología.

Si el SAS completa sus planes, las consecuencias pueden ser nefastas. «Si un niño tiene un accidente de tráfico, los traumatólogos estarán en un hospital y los pediatras en otro. Si a una embarazada le ocurre un percance similar, los ginecólogos y los traumatólogos estarán en centros distintos», denuncia esta profesional, quien subraya que «los hospitales deben tener una cartera de servicios básica e integral».

Página en Facebook

Consciente del amplio respaldo que tuvo la convocatoria granadina, Hergueta abrió el pasado sábado un grupo de Facebook, «#Huelvaporunasanidaddigna», que ya cuenta con casi 5.000 seguidores. «La respuesta es impresionante, así que doy las gracias a todos». En él se van expresando quejas, experiencias, denuncias, recomendaciones y «cualquier información que pueda ser útil» en relación a la sanidad pública onubense, aunque destaca que «no hay ningún interés político ni sindical detrás de esta idea. Si la Junta se quiere apuntar que se apunte, no pasa nada, ya que es un sitio donde se debate. Y si cree que se dicen mentiras, que saque los datos y las rebata».

Hergueta lleva años recopilando cifras –sus fuentes son las memorias estadísticas de la Consejería de Salud y los datos oficiales de listas de espera– que «demuestran que Huelva siempre está a la cola». «Las sociedades científicas dicen que un médico de familia debe tener asignados 1.500 pacientes y en Huelva cuentan con 2.200. Además, el 60 por ciento de los centros de salud no tienen pediatra y los niños son atendidos por médicos de familia». A estas circunstancias se suman la fusión hospitalaria y los chares prometidos, que no se han puesto en marcha, «al igual que el materno infantil, que no se ha hecho». ¿Qué respuesta ha dado la Junta? «Negarlo todo, desprestigiar y decir que detrás de nosotros hay partidos con intereses espúreos».

El día 3 ha convocado una charla en el edificio Gota de Leche para exponer su radiografía de la situación y las demandas contra la fusión que «ha perdido la Junta y que no cumple». «Veremos cuántos nos juntamos ese día y, si la gente quiere, iremos adelante».