Internacional

La base de Rota afronta la primera visita en 63 años de «su» presidente

Trabajadores piden que la cita con Obama sirva para exigir que se cumplan los acuerdos

Trabajadores piden que la cita con Obama sirva para exigir que se cumplan los acuerdos.

La base naval de Rota (Cádiz), en la que las fuerzas armadas de EE UU están asentadas desde hace 63 años, se prepara para recibir el domingo a Barack Obama, una cita histórica para uno de los destinos favoritos de los militares estadounidenses.

Será la primera visita que un presidente norteamericano realiza a esta base de uso conjunto que, entre 2014 y 2015, ha potenciado su aportación a la defensa internacional con el asentamiento de los cuatro destructores norteamericanos que forman el escudo antimisiles de la OTAN. Con este dispositivo llegaron a la base unos 1.200 marinos estadounidenses, lo que ha hecho que la población de dicho país en la zona se sitúe en casi seis mil personas (2.846 militares, 400 trabajadores civiles y 2.610 familiares).

Obama estará apenas unas horas para saludar a las tropas y visitar uno de los destructores. En ese tiempo, podrá hacerse una idea de la pequeña «América» que hay dentro de esta instalación, incluidos los cines de verano para coches. La implantación de esta comunidad se extiende fuera del recinto militar, que ocupa 2.300 hectáreas de Rota, un municipio cuyo paisaje, historia y economía están marcados por esta singular presencia. Los vecinos esperan «con interés» a Obama, pero sin muchas expectativas porque saben que no saldrá del recinto. «Lo importante es que viene y que se hable de Rota y del papel que juega en la defensa internacional», dijo a Efe el alcalde, Javier Ruiz Arana. Rota tiene en esta base su principal motor económico. La estimación es que supone dos terceras partes del PIB local.

Además del consumo de las familias, la base depara otros beneficios económicos a empresas de la zona, entre ellos el contrato de 229 millones de euros que se firmó para que Navantia se encargue durante siete años del mantenimiento de los cuatro destructores del escudo antimisiles. En total se calcula que tiene un impacto directo e indirecto de 600 millones de euros.

Pese a ello el municipio mantiene activas sus reivindicaciones históricas, especialmente su demanda de compensaciones la exención de impuestos como el IBI de instalaciones no militares en la base o el de circulación de vehículos, o por el hecho de que esta población no está empadronada, con lo que no computa en los cálculos de los ingresos del Estado (PIE).

Los trabajadores españoles se quejan además de la pérdida de puestos de trabajo y denuncian que EE UU está incumpliendo sus compromisos en materia laboral. CC OO reclamó al Gobierno y a la Junta que aprovechen la visita para instarle a cumplir los compromisos y remarcó «la falta de control y el incumplimiento de los acuerdos» establecidos.

Turismo y protestas

La primera escala de la visita será Sevilla, cuyo alcalde, Juan Espadas, está «convencido» de que en un año EE UU será el primer emisor de turistas a la capital –actualmente es el tercero–, dada la fuerte promoción que se está realizando y el «broche de oro» de la llegada de Obama. Respecto a las movilizaciones, señaló que «sólo pido respeto por parte de todos y que todo discurra con la normalidad y seguridad de la que hacemos gala todo el año».

Rajoy se «salta» a Díaz en el protocolo

Un Real Decreto, con fecha 6 de julio, comunicó a la Casa Real que el presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, delegaba su representación ante la visita de Barack Obama en la vicepresidenta. Esta decisión ha desencadenado el malestar de la Junta, al considerar que se ha «alterado el protocolo» por el que en ausencia de Rajoy sería la presidenta andaluza, Susana Díaz, quien encabezara la recepción de mañana a las 23:30 horas en el aeropuerto de Sevilla.