Andalucía

La campaña oleícola, la mejor de la historia en calidad

El adelanto de la recolección y la ausencia de lluvias han ¡sido las claves para lograr este año la excelencia en el sector

Cipriano Pastrano
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La recolección oleícola de la campaña 2015/2016, a punto de terminar, quizás ha sido la mejor de la historia en calidad, ya que se han obtenido aceites fuera de lo habitual en una coyuntura en la que han confluido varios factores. Si bien en términos cuantitativos se puede catalogar esta campaña de media con tendencia al alza (1,3 millones de toneladas en España, de las que un millón se obtendrá en Andalucía y medio millón en la provincia de Jaén), en el plano cualitativo hay pocas dudas de su indiscutible y manifiesta calidad, como reconoce de manera unánime todo el sector oleícola.

En el mundo del olivar y del aceite de oliva se resaltan los incuestionables y auténticos zumos de aceituna que se han conseguido en esta recolección de la aceituna, aceites con un marchamo de suprema calidad que a buen seguro serán merecedores de alzarse con los mejores galardones en los principales premios y certámenes.

Y para llegar a esta histórica situación, en la que se ha colocado muy alto el listón en la obtención de aceites con defectos cero en una gran mayoría, se han alineado una serie de causas que han dado como fruto este sorprendente resultado.

Entre esas causas podemos mencionar el adelanto de la recolección de lo que se ha dado en llamar la cosecha temprana y ultratemprana durante octubre y noviembre para recoger el fruto en su óptimo periodo de maduración y con unas inigualables cualidades de sabor, aroma y un color verde intenso, características organolépticas que le aportan un valor añadido a los aceites considerados «premium».

Junto a ello, la ausencia de lluvias ha motivado que se agilizaran los trabajos de recolección y que la mayor parte se haya recogido del vuelo –del árbol aporta más calidad que del suelo–, además de la escasa incidencia que en esta campaña ha tenido la mosca del olivo, la peor plaga del olivo que constituye una de sus principales amenazas, junto a la mayor concienciación de los olivicultores para apostar por los parámetros de la calidad. A todo ello hay que añadir un cuidadoso y escrupuloso proceso de molturación y extracción del aceite de oliva. Sin embargo, este proceso resulta más caro en su recogida y su diferencial de precios es poco significativo respecto al lampante, de inferior calidad, por lo que se apuesta por la estrategia de que los vírgenes extra sean «punta de lanza» de otros aceites, según el secretario de la COAG en Jaén. Abogó, asimismo, por enseñar a los consumidores las propiedades de cada tipo de aceites y por hacer pedagogía sobre las diferencias en la calidad de unos aceites y otros al objeto de reconocer el valor añadido de los vírgenes extra.