Sevilla

La cofradía de la caridad de Bellavista

La cofradía de la caridad de Bellavista
La cofradía de la caridad de Bellavistalarazon

Mercadona colabora desde el año pasado con el comedor de la hermandad del Dulce Nombre

«El jefe que está arriba no quiere bordados, quiere esto». Son las palabras del hermano mayor del Dulce Nombre de Bellavista, Alfonso Lozano, una cofradía sevillana cuyos miembros ya cuentan las horas para su salida el próximo Viernes de Dolores. Muy cerca de la parroquia donde se preparan los pasos hay otra cofradía, menos vistosa y más callada, que practica una de las virtudes teologales fundamentales en estos tiempos de crisis y que tanta falta hace en este barrio del extrarradio de la capital hispalense: la caridad.

Se trata del comedor social de la hermandad, una iniciativa que nació en mayo de 2012 y que alimenta diariamente a casi 200 personas necesitadas. Está instalado en el «Salón Baldomero», un local de celebraciones en el que se han servido banquetes de bautizos y comuniones de casi la mitad de los vecinos. Ahora, acoge todos los días un trajín de bolsas de comida, preparativos y, desde las 13:30 horas, la presencia de personas que atraviesan una difícil situación. También ofrece la posibilidad de que las familias recojan la comida en el propio local y la lleven a sus viviendas, para que cuando lleguen sus hijos del colegio la encuentren caliente encima de la mesa. «De esta manera la tragedia es un poco menor», subraya Lozano.

Medio centenar de voluntarios se encargan de hacer de pinche del cocinero, repartir la comida y limpiar. Se organizan en varios turnos, de manera que acuden un día a la semana. El menú de ayer consistía en una ensalada, cocido, yogur y pastel. En verano se completa con gazpacho de una vecina. Precisamente, la colaboración vecinal es clave para el mantenimiento de la iniciativa. «Un vecino que tiene una parcela trae tomates y así vamos funcionando», sostiene Lozano, que destaca también el apoyo del Ayuntamiento y de varias empresas.

El perfil de los que acuden al comedor es de lo más variado. Desde indigentes y personas que han caído en la exclusión social hasta los llamados «nuevos pobres» que sufren en carne propia las consecuencias de la crisis. El hermano mayor defiende que las ONG y las entidades sociales llegan a donde no lo hacen las administraciones, puesto que éstas «funcionan con mucha lentitud y burocracia».

Mercadona colabora con este comedor desde el año pasado. Según Lozano, «nos trae pan, yogur, fruta y en Navidad trajo una carne de ternera que salió muy buena». La empresa surte a un total de 14 comedores sociales en Andalucía, además de colaborar con los Bancos de Alimentos en las «operaciones kilo» que organizan y donando una cantidad anual de productos. La compañía traslada diariamente a los comedores sociales productos que no son aptos para su venta, pero sí para el consumo.